

En esta noticia
El sistema de pensiones en México ha estado marcado durante décadas por una ley que prometía estabilidad y un retiro seguro para millones de trabajadores. Sin embargo, el esquema con el cual se rige actualmente se encuentra en su fase final, lo que daría paso a un cambio rotundo para los jubilados del país.
Concretamente, el sector poblacional de edad más avanzada se encuentra a la expectativa de conocer si verdaderamente la Ley de Pensiones del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) está próxima a desaparecer.
La duda no es menor: buscan saber qué ocurrirá con quienes aún esperan jubilarse bajo ese régimen y cómo impactará en el monto que cobrarán mes a mes una vez concluida su vida laboral.
Ley de las Pensiones IMSS y el fin de la Ley 73
Cabe recordar que la llamada Ley 73 del IMSS aplica únicamente a los trabajadores que comenzaron a cotizar antes del 1 de julio de 1997. Su alcance se reduce año tras año porque quienes cumplen con ese requisito generacional van alcanzando la edad de retiro, dejando sin nuevos beneficiarios al sistema.

Este régimen permite que la pensión se calcule en función del salario promedio de las últimas semanas cotizadas y del total de semanas acumuladas, con un respaldo directo del Estado. Para acceder, es necesario cumplir condiciones específicas, como contar con al menos 500 semanas cotizadas, no estar laborando y tener entre 60 y 65 años, según el tipo de pensión.
Por eso se habla del “fin” de la Ley 73: no porque se elimine de forma abrupta, sino porque ya no habrá nuevos trabajadores que puedan ingresar a este modelo de pensiones del IMSS. Es importante resaltar que el fin de este modelo no implica que el IMSS deje de otorgar pensiones, pero sí marca un cambio profundo en la forma de calcularlas.
¿Cómo cobrarán los jubilados a partir de ahora?
Desde 1997, la Ley 97 del IMSS rige el sistema de pensiones para las nuevas generaciones de trabajadores. Bajo este esquema, cada asalariado acumula recursos en una cuenta individual administrada por una Afore, y el monto final depende del ahorro, las aportaciones y los rendimientos financieros obtenidos.
A diferencia de la Ley 73, aquí no existe un cálculo basado en el último salario, sino en el saldo acumulado durante toda la vida laboral. Además, el número de semanas cotizadas exigidas aumenta de manera progresiva cada año.
Según el IMSS, para 2026 se requerirán 875 semanas cotizadas, cifra que continuará incrementándose hasta llegar a 1,000 semanas en 2031. Este cambio define cómo cobrarán su pensión los futuros jubilados y explica por qué la Ley de las Pensiones IMSS, tal como se conocía, está llegando a su cierre definitivo.













