

La relación comercial entre México y China enfrenta un momento de sensibilidad, luego de que el gobierno mexicano propusiera un aumento sustancial de aranceles a países sin acuerdo comercial.
La presidenta Claudia Sheinbaum confirmó desde Palacio Nacional que México ha extendido una invitación a Pekín para establecer una "mesa de trabajo de alto nivel" con China para abordar los aranceles que su Gobierno evalúa aplicar a la nación asiática, después de que Pekín anunciara una investigación formal sobre dichas "medidas restrictivas".
El origen del conflicto radica en una iniciativa de ley que está por ser analizada por el Congreso mexicano, la cual busca elevar las tasas de importación hasta un 50%. La administración de Sheinbaum argumenta que el principal objetivo es "reforzar la producción nacional" y mejorar el déficit comercial del país, señalando que las importaciones totales han crecido un 183% en los últimos cuatro años.
México quiere reforzar el comercio con China, pese a las presiones de USA
Sin embargo, analistas económicos sugieren que la medida podría estar influenciada por presiones externas, especialmente de Estados Unidos, cuya relación con China es tensa en el ámbito comercial.

China, que se posiciona como el mayor exportador a México sin un tratado de libre comercio, no tardó en reaccionar. Tras la difusión de la propuesta arancelaria el pasado 10 de septiembre, Pekín calificó la acción como una "coerción" y, un día antes del anuncio de Sheinbaum, formalizó una investigación.
La preocupación es palpable, dado que el país asiático ha experimentado un crecimiento significativo en el mercado mexicano, destacando particularmente el sector automotriz, donde las ventas de vehículos ligeros chinos crecieron cerca del 10% en el año en curso y serían gravados con el arancel máximo del 50%.
La presidenta Sheinbaum buscó disipar cualquier señal de alarma, asegurando que su gobierno está interesado en que China "entienda la situación que se está viviendo" en México, y negó la existencia de tensiones bilaterales.
La oferta de la mesa de diálogo, ya presentada a la embajada china, subraya la intención de manejar la situación a través de la diplomacia. No obstante, el contexto es complejo, pues el plan arancelario es visto como parte de una tendencia global impulsada por socios como el presidente estadounidense Donald Trump para aumentar las barreras comerciales a Pekín.
México quiere imponer aranceles a la importación
Finalmente, la iniciativa de alza de aranceles no es exclusiva para el gigante asiático. El proyecto de ley mexicano también contempla incrementar los gravámenes a importaciones provenientes de otras naciones con las que no posee un acuerdo comercial, como Corea del Sur, India, Indonesia, Rusia, Tailandia y Turquía.
Esta estrategia integral busca reequilibrar la balanza comercial de México, aunque el impacto principal y la mayor controversia se centran inevitablemente en el flujo de mercancías desde China.











