

Un grupo de geólogos compartió un descubrimiento que podría cambiar para siempre el abastecimiento de energía en el mundo. En China, encontraron más de un millón de toneladas de torio, un elemento químico metálico, ligeramente radiactivo.
El torio, descubierto por Jons Jakob Berzelius y presente en abundancia en la naturaleza, se perfila como un posible combustible nuclear con gran potencial para garantizar la sostenibilidad de las próximas generaciones.

El torio: el elemento químico que podría cambiar el futuro de la energía
El torio es un elemento químico que se encuentra de manera natural en minerales como la monacita, la torita y la torianita. En su forma pura se presenta como un metal blando, de tono blanco plateado, que se oxida de manera gradual cuando entra en contacto con el aire.
Su interés como posible combustible nuclear radica en su elevada capacidad de absorción frente a neutrones lentos. Al captarlos, se transforma en protactinio-233, el cual se desintegra rápidamente en uranio-233, un isótopo fisible capaz de mantener reacciones nucleares en cadena. Sin embargo, este uso aún permanece en etapa experimental.
¿Por qué el torio podría ser una alternativa para el carbón y el petróleo?
El torio se considera una alternativa viable ante el carbón y el petróleo porque, además de ser mucho más abundante en la corteza terrestre que otros combustibles nucleares como el uranio, presenta características que lo convierten en una fuente de energía limpia, segura y sostenible.
En primer lugar, el torio-232, que es su isótopo más estable y el que se encuentra en la naturaleza, puede transformarse en uranio-233 a través de un proceso de captura de neutrones. Este nuevo isótopo es fisionable, es decir, capaz de liberar grandes cantidades de energía en un reactor nuclear. Esto lo convierte en un recurso aprovechable para la generación de electricidad a gran escala.
En segundo lugar, desde el punto de vista ambiental, el torio ofrece ventajas claras frente a los combustibles fósiles como el carbón y el petróleo. Su utilización no genera emisiones de dióxido de carbono durante la producción de energía, lo que contribuye a mitigar el cambio climático.
Además, los residuos radiactivos que produce son menores en volumen y tienen una vida media más corta en comparación con los que provienen de reactores tradicionales de uranio.
Finalmente, la abundancia relativa del torio garantiza un suministro más prolongado y estable a nivel global. Se estima que sus reservas son suficientes para sostener la demanda energética mundial durante miles de años.

La eficiencia energética del torio
El torio se destaca por su extraordinario rendimiento energético. A diferencia de los combustibles fósiles, su aprovechamiento en reactores nucleares puede generar enormes cantidades de energía con una mínima cantidad de material.
Para dimensionar esta diferencia, una sola tonelada de torio tiene el potencial de producir la misma energía que millones de toneladas de carbón.













