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Recientemente, Walmart en Estados Unidos fue el centro de controversias tras reportes que indican que la tienda retiró de sus estantes productos de origen mexicano, tales como salsas, tortillas, y otros alimentos tradicionales que suelen ser muy populares entre la comunidad latina.

Este movimiento descendiendo un fuerte sentimiento de indignación, y muchas voces decidieron emprender un boicot hacia la cadena minorista.

El contexto político que desata la controversia

El descontento de la comunidad latina no surge de manera aislada. Las tensiones políticas y sociales en Estados Unidos, especialmente en relación con las políticas migratorias impulsadas por el presidente Donald Trump, avivaron la llama.

Las medidas contra la migración irregular, que incluyen deportaciones masivas y la separación de familias, generaron un fuerte rechazo en diversos sectores, en particular entre los latinos que fueron directamente afectados.

Este ambiente de polarización hizo que varios grupos de la comunidad latina se movilicen contra empresas y marcas que perciben como aliadas del gobierno que implemento estas políticas.

Walmart, siendo una de las cadenas más grandes y con presencia en numerosas comunidades latinas, se convirtió en un blanco de críticas, especialmente después de los reportes de que la tienda retiro de manera significativa productos mexicanos.

Alexander Farnsworth

El boicot y el movimiento "Freeze Latino Movement"

Ante la eliminación de los productos mexicanos de los estantes de Walmart, muchos latinos decidieron unirse a un boicot, un movimiento que cobró fuerza rápidamente en las redes sociales.

El llamado a la acción fue denominado "Freeze Latino Movement", el cual insta a la comunidad hispana a evitar el gasto innecesario en productos dentro de las tiendas Walmart.

El objetivo es demostrar que la comunidad latina tiene un poder adquisitivo significativo y que, si se retira de los establecimientos, se puede ejercer presión económica en busca de un cambio.

Los videos que circulan en plataformas como Twitter e Instagram muestran anaqueles vacíos y tiendas sin clientes, lo que refleja el impacto inmediato del boicot.