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El objeto 3I/ATLAS, clasificado científicamente como un cometa interestelar, ha provocado gran debate desde su avistamiento en Chile el 1 de julio. El interés se debe a que es un cuerpo celeste foráneo que proviene de fuera del Sistema Solar.

Tanto es así que ha generado controversia y teorías que hasta sugieren que podría tratarse de una nave extraterrestre. Al mismo tiempo, a medida que el 3I/ATLAS continúa su ruta hacia el Sol y tras su alineación con Marte, ha surgido la inquietud sobre una posible colisión con la Tierra.

Cuál sería el impacto si el cometa impacta en la Tierra

Aunque las investigaciones oficiales hasta ahora descartan que el 3I/ATLAS sea un peligro inminente para la humanidad, algunos expertos y aficionados han realizado cálculos y simulaciones sobre las consecuencias de un impacto directo.

Un cometa interestelar podría impactar sobre la Tierra y destruir continentes enteros. Fuente: archivo
Un cometa interestelar podría impactar sobre la Tierra y destruir continentes enteros. Fuente: archivo

Estos análisis especulan que, si el objeto se dirigiera hacia la Tierra simulando eventos como la caída del asteroide Chicxulub que extinguió a los dinosaurios hace 66 millones de años, el choque sería devastador, poniendo en riesgo a gran parte de la población.

Una nueva investigación, basada en la trayectoria cercana a Marte, sugiere que una colisión liberaría una energía equivalente a 667 millones de bombas atómicascomo las lanzadas sobre Hiroshima y Nagasaki en 1945. Los expertos calculan que la potencia alcanzaría los 100 millones de megatones de TNT (comparado con los 15 kilotones de TNT de la bomba de Hiroshima).

De materializarse, este choque provocaría terremotos y tsunamis masivos, la destrucción de continentes enteros, tormentas de fuego y un drástico invierno temporal.

El preocupante silencio de la NASA sobre el cometa interestelar

Es fundamental destacar que estos datos y estimaciones no han sido confirmados ni validados por las principales organizaciones espaciales, como la NASA o la Agencia Espacial Europea (ESA). Muchas de las observaciones y conclusiones alarmantes provienen de expertos no vinculados a estudios oficiales y de la comunidad de astrónomos aficionados que sigue de cerca el misterioso objeto.

La NASA, en particular, no ha podido emitir actualizaciones o información oficial sobre el cometa, especialmente durante su reciente paso cerca de Marte, debido al cierre de gobierno que afectó sus actividades científicas por motivos presupuestarios.

Este silencio oficial ha alimentado aún más las teorías sobre la composición, tamaño y trayectoria del objeto. Destacados académicos, como el astrónomo Avi Loeb de Harvard, han postulado que el 3I/ATLAS es en realidad una nave tecnológica extraterrestre recubierta de níquel, citando cambios inusuales en su color y velocidad. No obstante, esta interpretación tampoco ha sido adoptada por la NASA.