

Inspirado en la leyenda de Kuafu, el gigante que intentó capturar el sol, China avanza en la vanguardia de la tecnología de fusión nuclear. En una carrera por crear una fuente de energía limpia e ilimitada, el país asiático ha presentado un robot colosal, una pieza clave en su proyecto para desarrollar reactores de fusión estables.
Este sistema de manipulación remota, diseñado para los futuros reactores, no solo destaca por su impresionante capacidad, sino que también representa un salto significativo en la ingeniería de vanguardia. La tecnología es un claro reflejo de la apuesta de China por liderar la carrera global por el sol artificial.
China está en la cabeza en la carrera por el sol artificial
El nuevo sistema de China es una plataforma con tres brazos robóticos, con el brazo principal capaz de levantar hasta 60 toneladas, el equivalente a diez elefantes africanos, con una precisión de milímetros. Sus dos brazos secundarios, por su parte, alcanzan una precisión aún mayor, convirtiéndolo en el sistema de manejo remoto más avanzado en el campo de la fusión.

Este robot, que forma parte del proyecto CRAFT (Comprehensive Research Facility for Fusion Technology) apodado "Kuafu", es fundamental para el mantenimiento de los reactores de fusión, ya que sus componentes internos sufren un daño constante por el calor y la radiación, condiciones en las que ningún humano podría trabajar.
China se adelanta y encuentra la solución al mayor desafío de la fusión nuclear
El objetivo principal de esta tecnología es resolver el mayor desafío de lafusión nuclear: el mantenimiento. Un reactor de fusión, que imita el proceso que ocurre en el núcleo del sol para generar energía casi inagotable, requiere una revisión y reparación constantes.
La nueva plataforma robótica servirá como banco de pruebas para desarrollar y validar las tecnologías de mantenimiento necesarias para el futuro Reactor de Fusión Experimental Chino (CFETR) y para el proyecto internacional ITER en Francia. Este avance se suma a los récords que China ha batido en su reactor experimental EAST, que logró mantener un plasma confinado durante 1,066 segundos, un hito que acerca al país a su objetivo de dominar la energía de fusión.
El robot de "Kuafu" no surge en el vacío; se sitúa en el centro de una competencia global. Mientras otros países también desarrollan sistemas de mantenimiento remoto, el robot chino supera con creces las capacidades actuales.
Por ejemplo, el brazo robótico más avanzado de Japón solo puede soportar 2 toneladas, mientras que el de China puede levantar 30 veces más. Incluso el proyecto internacional ITER, con un sistema capaz de manejar hasta 45 toneladas, se ve superado por la capacidad de carga del nuevo sistema chino.














