

Una reciente investigación ha encendido las alarmas en la comunidad científica y entre los usuarios de las famosas freidoras de aires ya que su uso podría estar relacionado con el desarrollo de cáncer. El hallazgo radica en la identificación de una sustancia potencialmente peligrosa que se genera en ciertos alimentos al ser cocinados bajo las condiciones de estos aparatos.
En la búsqueda constante de hábitos de vida saludables, la atención se centra cada vez más en los métodos de cocción y los posibles efectos que los electrodomésticos pueden tener en la composición química de los alimentos.
Lasfreidoras de aire, promocionadas por su capacidad de cocinar con menos aceite, se encuentran ahora bajo la lupa. Se ha detectado la potencial formación de acrilamida, un compuesto químico que se produce en alimentos ricos en almidón cuando se exponen a altas temperaturas durante períodos prolongados.
¿Las freidoras de aire pueden causar cáncer?
Investigadores de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo han establecido una correlación entre el uso de freidoras de aire y la aparición de acrilamida. La preocupación principal reside en la dificultad para controlar con precisión la temperatura dentro de estos electrodomésticos.
Si los alimentos que contienen almidón, como pan, tortillas o patatas, se cocinan a temperaturas superiores a los 195 grados Celsius, existe un riesgo significativo de que se forme esta sustancia. La acrilamida ha sido vinculada con diversos problemas de salud, incluyendo daños al sistema nervioso central, debilidad muscular y, crucialmente, un mayor riesgo de desarrollar cáncer, tal como lo indica el National Cancer Institute.
Los expertos advierten que la acrilamida se manifiesta visualmente en los alimentos cuando estos comienzan a presentar áreas carbonizadas, similares al tostado excesivo del pan.

Por esta razón, la recomendación principal es evitar cocinar los alimentos hasta que desarrollen estas partes quemadas. En el contexto de las freidoras de aire, se aconseja cocinar siempre por debajo de los 195 grados Celsius y supervisar de cerca el proceso de cocción para prevenir la formación de esta sustancia perjudicial.
La mayoría de estos aparatos permiten seleccionar la temperatura deseada, lo que brinda a los usuarios la posibilidad de tomar precauciones informadas para minimizar los riesgos potenciales.












