

Benetton, la reconocida marca italiana fundada en 1965 en Treviso, se suma a la lista de las gigantes que no lograron sostener su posición frente al avance imparable del fast fashion.
Años de mala gestión, decisiones financieras cuestionables y una creciente pérdida de relevancia en el mercado derivaron en una crisis profunda, que hoy la obliga a cerrar más de 400 tiendas en todo el mundo antes de 2025.
De ícono global a marca en retirada: el derrumbe silencioso de Benetton
Desde sus comienzos, Benetton supo destacarse por su diseño accesible, su compromiso con la sostenibilidad y sus campañas publicitarias provocadoras bajo el lema "Todos los colores del mundo". Durante décadas, fue un símbolo global de la moda con identidad.
Tal es así, que en el año 2000 ocupaba el puesto 75 en el ranking de marcas más valiosas del mundo, según Interbrand. Sin embargo, dos años después ya había desaparecido de la lista.

Mientras tanto, gigantes como Zara y H&M consolidaban su liderazgo en un mercado cada vez más competitivo, marcado por la velocidad de producción y los precios bajos.
Los números rojos perjudican a la firma italiana
Tras dejar de cotizar en bolsa en 2012, hoy forma parte del holding Edizione, manejado por la familia fundadora. En medio de un proceso de reestructuración, la legendaria italiana anunció el cierre de 419 de sus tiendas en todo el mundo antes de 2025, de las cuales 180 ya bajaron la persiana este año.
En mayo del pasado 2024, Luciano Benetton, uno de sus fundadores, anunció su renuncia y denunció públicamente un "agujero de 100 millones de euros" en las cuentas de la compañía.
Bajo este contexto, acusó directamente a la dirección por haberlo "traicionado" y dejó al descubierto tensiones internas que venían acumulándose.
El fin de un imperio familiar
"Confié y me equivoqué", declaró al diario Corriere della Sera, donde también reconoció que la situación financiera era mucho más grave de lo que le habían informado; su visibilidad ha disminuido notoriamente en los últimos años, al punto de volverse casi inexistente en el panorama actual del retail de moda.
Luciano había regresado en 2018 tras la insistencia de su hermano Gilberto, poco antes de su fallecimiento. Su salida marca el final de una era para la firma italiana.















