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En el mundo de la tecnología, pocas rivalidades fueron intensas como la que se desató entre Elon Musk y Apple en 2022.

Lo que comenzó como una apuesta de la compañía de Cupertino por conquistar las comunicaciones satelitales, terminó convirtiéndose en una de las negociaciones más tensas de la industria.

La historia demuestra como el hombre más rico del mundo, temiendo las consecuencias, tomó una decisión sin precedentes: ofrecer un trato exclusivo de miles de millones de dólares para frenar los planes secretos de la empresa deTim Cook.

Esta batalla por el dominio del espacio no solo cambió el rumbo de ambas compañías, sino que redefinió el futuro de las comunicaciones móviles globales.

Un giro inesperado en la carrera espacial: cómo la oferta sin precedentes de Elon Musk detuvo los planes satelitales de Apple. Fuente: archivo.
Un giro inesperado en la carrera espacial: cómo la oferta sin precedentes de Elon Musk detuvo los planes satelitales de Apple. Fuente: archivo.

La propuesta millonaria: cuando Elon Musk ofreció 5.000 millones a Apple

En 2022, cuando Elon Musk se enteró de que el legado de Steve Jobs planeaba lanzar servicios de conectividad satelital con el iPhone 14, su reacción fue inmediata.

El CEO de SpaceX contactó directamente con los ejecutivos de Apple para presentarles una oferta que pocos habrían imaginado: acceso exclusivo a Starlink durante 18 meses a cambio de un pago inicial de 5.000 millones de dólares.

Después del período exclusivo de 18 meses, Apple podría continuar utilizando los servicios de Starlink pagando 1.000 millones de dólares anuales. Esta cifra astronómica no era casual: Elon Musk había calculado exactamente cuánto estaría dispuesto a pagar Apple para evitar la competencia directa en el mercado satelital.

La presión sobre Apple fue extrema. El empresario otorgó a la compañía apenas 72 horas para tomar una decisión, amenazando con lanzar un servicio competidor si rechazaban su oferta.

Esta táctica de negociación agresiva demostró que el magnate comprendía perfectamente las implicaciones estratégicas de permitir que Apple desarrollara su propia infraestructura.

Project Eagle: el Starlink secreto que Apple nunca lanzó

Mucho antes de la confrontación de 2022, Apple había iniciado en 2015 uno de sus proyectos más secretos: Project Eagle.

Esta iniciativa buscaba crear una constelación de miles de satélitespara proporcionar internet de banda ancha no solo a los iPhone, sino también a hogares de todo el mundo. En esencia, Apple pretendía construir su propio Starlink años antes de que SpaceX dominara el mercado.

El plan era desplegar la red satelital para 2019, estableciendo a Apple como un jugador dominante en el mercado de internet satelital global. La compañía invirtió 36 millones de dólares en las pruebas iniciales, demostrando su compromiso serio con el proyecto.

Sin embargo, el Project Eagle enfrentó obstáculos insuperables que llevaron a su cancelación en 2016.

Las dudas sobre la viabilidad económica del proyecto fueron el primer gran problema, pero el factor decisivo fue mucho más estratégico: Apple temía dañar sus relaciones cruciales con las operadoras telefónicas como AT&T, Verizon y T-Mobile.

Antes de Starlink, existió Project Eagle: Cómo Apple intentó construir su propia red satelital y la audaz jugada del CEO de SpaceX para evitar la competencia. Fuente: Shutterstock.
Antes de Starlink, existió Project Eagle: Cómo Apple intentó construir su propia red satelital y la audaz jugada del CEO de SpaceX para evitar la competencia. Fuente: Shutterstock.

El dominio de Starlink: cómo SpaceX ganó la guerra satelital

Mientras Apple abandonaba sus planes, Elon Musk construía metódicamente el imperio que hoy domina las comunicaciones espaciales.

En 2022, Apple rechazó una oferta de 5.000 millones, permitiendo que SpaceX se consolidara como líder del mercado satelital. Dos semanas antes del lanzamiento del iPhone 14, SpaceX anunció su alianza con T-Mobile para ofrecer mensajería satelital directa a celulares, marcando un punto de quiebre en la industria.

Hoy, Starlink Direct to Cell ofrece cobertura LTE desde el espacio con un alcance diez veces superior al de cualquier competidor. Mientras Apple aún limita su servicio satelital a llamadas de emergencia a través de Globalstar, esta compañía convirtió su constelación en un negocio rentable.

La ironía es clara: Apple soñó con dominar el espacio, pero terminó cediéndole el futuro a Elon Musk por temor a incomodar a sus socios tradicionales.