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Durante la misa por San Pedro y San Pablo en la basílica vaticana, el Papa León XIV entregó personalmente los Sagrados Palios a 29 arzobispos metropolitanos, retomando una tradición que su predecesor, Francisco Bergoglio, había modificado.
Estas bandas de lana blanca con cruces negras simbolizan al Buen Pastor y la oveja perdida, y habían dejado de ser impuestas directamente por el anterior pontífice durante sus últimos años del papado, dado a que prefería que fueran entregadas por los nuncios en las diócesis.
¿Qué son los Sagrados Palios?
Los palios, tejidos con lana de ovejas bendecidas por monjas de Santa Cecilia, son considerados uno de los ornamentos más venerados en la Iglesia Católica. Su uso se remonta al siglo IX, y están reservados para arzobispos metropolitanos, quienes están al frente de una provincia eclesiástica y que, además, se encargan de supervisar y apoyar a los demás obispos que forman parte de esa misma región.

Con esta decisión, León XIV reafirma su interés por restaurar prácticas litúrgicas que enfatizan la autoridad central del papado.
Además de su simbolismo espiritual, el palio refleja un importante gesto: el deseo del nuevo Papa de devolver solemnidad y centralidad a su figura, en contraste con el estilo descentralizador de Francisco.
El regreso a esta costumbre ha sido interpretado como una señal clara de su intención de reafirmar la figura del pontífice tras una etapa de transformaciones profundas.
Los cambios que León XIV impuso desde su asunción como nuevo papa
Desde su elección, León XIV ha impulsado una serie de cambios discretos pero firmes que contrastan con el estilo austero y reformista de Francisco.
Entre ellos destaca el uso de la mozzetta (la capa corta roja), el crucifijo de oro y la recuperación del uso del Palacio Apostólico, cuya residencia papal no había sido utilizada en los últimos doce años.
El pontífice también ha retomado la tradicional sede veraniega de Castelgandolfo, ubicada a 40 kilómetros de Roma, y ha vuelto a usar vehículos pontificios más ostentosos, en lugar autos más modestos como el Fiat 500 que solía usar Francisco.
El pontífice no busca fallarle a Francisco
Pese a esto, León XIV se considera un continuador del pontificado anterior, e incluso fue nombrado por Francisco como "ministro" pontificio encargado del control de obispos en todo el mundo, un rol que fortaleció su figura de cara al cónclave que lo eligió.















