

La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) es una entidad gubernamental en México dedicada a la defensa de los derechos de los consumidores.
Con el propósito de cumplir con su misión, la institución emplea sus plataformas digitales para advertir sobre alimentos que se encuentran en los principales supermercados del país y que no cumplen con los estándares establecidos en sus etiquetas.
En esta ocasión, ha decidido resaltar ciertos aceites de cocina, comúnmente seleccionados por las familias, que no deberían ser consumidos ni comprados.

Aceites de cocina que la Profeco recomienda no comprar
Un reciente estudio publicado en la Revista del Consumidor, Profeco ha revelado que ocho marcas están adulteradas entre 32 productos de aceite vegetal. A continuación, se enumeran los aceites que no cumplen con los estándares de pureza y calidad:
- Kum Chum, aceite de ajonjolí prensado en frío de 248 ml.
- Foreway Sesame Expert, aceite de ajonjolí de 185 ml.
- Kaporo, aceite de ajonjolí blend de 190 ml.
- San Lucas, aceite de aguacate extra virgen gourmet de 500 ml.
- San Lucas, aceite de pepita de uva de 500 ml.
- Cate de mi corazón, aceite de aguacate de 250 ml y 500 ml.
- Cate de mi corazón, aceite de aguacate mediterráneo de 250 ml.
- Avocare, aceite de aguacate 100% de origen natural de 250 ml.
El estudio de Profeco indica que estos aceites de cocina podrían ser perjudiciales para la salud a largo plazo, dado que no son puros y contienen mezclas que comprometen su calidad.
Asimismo, se identificó que dos productos no cumplen con las declaraciones de contenido en sus etiquetas:
- La cocina verde, aceite de ajonjolí orgánico de 520 ml.
- Satoru, aceite de ajonjolí de 275 ml.
¿Qué aceite es el más adecuado para el consumo humano?
El aceite de oliva, en particular su variante extra virgen, es ampliamente considerado uno de los aceites más beneficiosos para la salud humana. Su reputación como el "rey de los aceites" se fundamenta en su perfil nutricional excepcionalmente saludable, que incluye un alto contenido de grasas monoinsaturadas, antioxidantes y compuestos antiinflamatorios.
El aceite de oliva virgen extra es notablemente rico en ácidos grasos monoinsaturados, como el ácido oleico, que desempeña un papel crucial en la mejora del perfil lipídico en la sangre. Este tipo de grasa contribuye a reducir los niveles de colesterol LDL, conocido como colesterol "malo", al tiempo que incrementa el colesterol HDL, el colesterol "bueno".
Además, se destaca como una fuente excelente de polifenoles, que son potentes antioxidantes. Estos compuestos protegen las células del daño oxidativo causado por los radicales libres, lo que puede influir positivamente en la prevención de enfermedades crónicas.
Otro aspecto relevante es su potencial antiinflamatorio. Diversos estudios han evidenciado que los compuestos presentes en el aceite de oliva pueden contribuir a la reducción de la inflamación en el organismo.
Finalmente, hay evidencia emergente que sugiere que el aceite de oliva podría ofrecer beneficios para la salud cerebral. Los compuestos en el aceite de oliva podrían ayudar a mejorar la memoria y proporcionar protección contra el deterioro cognitivo asociado con el envejecimiento.














