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Elon Musk aseguró que la realidad que percibimos podría no ser más que un elaborado programa informático creado por seres superiores, similar a un videojuego diseñado exclusivamente para seres humanos.

Aunque la idea nació en círculos académicos, fue el hombre más rico del mundo quien la instaló en la conversación, convencido de que las probabilidades de que vivamos en una simulación, como en Matrix, son enormes.

Por qué Elon Musk asegura que vivimos en una simulación

En 2016, durante la Code Conference en California, Elon Musk lanzó una frase que resonó en todo el mundo: "Las probabilidades de que vivamos en la realidad base son de una entre miles de millones". Con esto, el fundador de SpaceX y Tesla no hablaba de cohetes ni de autos eléctricos, sino de un universo que podría no ser real.

La hipótesis no es suya, sino del filósofo sueco Nick Bostrom, profesor en la Universidad de Oxford, quien en 2003 planteó tres escenarios: que ninguna civilización llegue hasta el punto de crear simulaciones realistas; que lo logren, pero decidan no usarlas; o que esas simulaciones ya existan y nosotros seamos parte de una de ellas sin saberlo.

El empresario adoptó la tercera opción como la más probable, convencido de que el avance tecnológico apunta hacia esa dirección.

Experimentos científicos: ¿cómo saber si vivimos en una simulación?

Más allá de la especulación filosófica, la ciencia también intentó acercarse al tema. Equipos de investigación del MIT, la Universidad de Bonn y hasta proyectos con colaboración de la NASA diseñaron experimentos para buscar "fallas en el código del universo".

Algunas teorías sugieren que el espacio-tiempo podría tener una estructura similar a los píxeles en una pantalla. Detectar un límite en esa resolución cósmica sería una pista de que el universo no es continuo, sino programado. Otros investigadores analizaron anomalías en la física cuántica, interpretándolas como posibles errores de programación.

Hasta ahora no se encontró ninguna prueba concluyente.

La influencia de la simulación en el cine, la tecnología y el debate sobre la existencia

La idea de un mundo simulado encontró su mayor difusión gracias al cine. Matrix, estrenada en 1999, convirtió en íconos culturales la elección de la píldora roja, el código verde cayendo en cascada y la noción de una realidad controlada por máquinas. Desde entonces, la cultura popular uso la metáfora de la simulación para hablar de control social, inteligencia artificial y dilemas existenciales.

Hoy, la teoría también impacta en la forma en que pensamos la inteligencia artificial.

Elon Musk advirtió en múltiples ocasiones que los sistemas de IA avanzados podrían llegar a crear simulaciones tan reales que, en algún punto, no habría diferencia entre ellas y el mundo físico. Este escenario, lejos de ser ciencia ficción, plantea dilemas éticos, políticos y religiosos.