

Aunque la lucha magisterial continúa, los líderes sindicales consideran necesario hacer una pausa táctica para reorganizarse, mantener la unidad y replantear el rumbo frente a la falta de acuerdos con el Gobierno federal.
La protesta no se detiene, pero cambia de ritmo
Durante la madrugada del martes 3 de junio, la CNTE celebró una nueva sesión de su Asamblea Nacional Representativa (ANR), en la que se acordó una posible pausa en el plantón que sostienen en la Ciudad de México. Sin embargo, esta no será inmediata ni definitiva: cada contingente deberá consultar a sus bases antes de avanzar con el receso, en un intento por conservar la cohesión interna del movimiento.
Los líderes dejaron claro que esta pausa no implica una renuncia a sus demandas, sino un movimiento estratégico para fortalecer su posición y continuar la lucha desde una estructura más sólida.
La lucha sigue: reorganización, no claudicación
La CNTE subrayó que sus exigencias se mantienen firmes, especialmente la abrogación de la Ley del ISSSTE de 2007, punto clave del conflicto con el Gobierno federal. Durante la sesión, se hizo un balance del plantón y un conteo de los docentes aún presentes en la protesta. La conclusión: es momento de hacer ajustes sin abandonar el terreno.
El receso fue decretado oficialmente a las 3:08 a.m., y en ese mismo día se reinstaló la ANR para continuar la discusión. Entre las medidas propuestas está la construcción de una nueva etapa de organización interna, donde se definirá cómo continuar sin perder el impulso conseguido.

Sin acuerdos y con reuniones postergadas
La última mesa de negociación, celebrada en la Secretaría de Gobernación, terminó sin avances concretos. Tras siete horas de diálogo, la CNTE y los representantes del gobierno -incluidos Rosa Icela Rodríguez, Mario Delgado y Martí Batres- no lograron llegar a un acuerdo. La reunión prevista para este martes fue aplazada hasta el miércoles 4 de junio, lo que incrementó el descontento de los maestros.
La propuesta del magisterio incluye no solo la derogación de la reforma al ISSSTE, sino también la creación de mesas tripartitas permanentes, donde participen el Ejecutivo federal, las autoridades educativas y cada contingente estatal. También exigen una audiencia directa con la presidenta Claudia Sheinbaum, a quien acusan de no cumplir su promesa de campaña sobre esta reforma.
Protestas tensas y demandas costosas
Las últimas jornadas han estado marcadas por momentos de tensión. En días recientes, una comisión de 44 maestros entró a negociar mientras cientos de docentes rodeaban el edificio de Gobernación y encadenaban sus accesos como medida de presión.
El gobierno respondió reiterando que derogar la Ley del ISSSTE tendría un impacto fiscal millonario: solo revertir la edad de jubilación representaría un costo estimado en 93 mil millones de pesos. A esto se suma el reciente aumento salarial del 9% retroactivo a enero, que implicó otros 38 mil millones.
¿Qué sigue para la CNTE?
Por ahora, los líderes sindicales continúan en consulta con sus bases para definir los próximos pasos. La pausa, si se concreta, será parte de una estrategia para replantear su lucha sin debilitarla. La exigencia sigue sobre la mesa y el movimiento no se ha disuelto: solo toma aire para continuar.













