

La Corona Británica enfrenta una creciente preocupación mientras la salud del Rey Carlos III muestra signos de deterioro.
Aunque el Palacio de Buckingham no compartió oficialmente el tipo específico de cáncer que padece, las fuentes cercanas indicaron a finales del año pasado que la enfermedad evolucionaba favorablemente.
Sin embargo, la situación parece haber cambiado tras una hospitalización en marzo de este año, cuando el monarca permaneció internado durante un fin de semana completo, lo que intensificó las preocupaciones sobre su estado de salud.
Para sumar tensión a la situación, el soberano expresó cuáles son sus deseos finales durante este complicado periodo.

Los últimos deseos del Rey Carlos III
Según fuentes del Palacio de Buckingham, uno de los principales deseos del Rey Carlos IIIes continuar trabajando hasta el último día de su vida, mostrando su inquebrantable compromiso a pesar de sus limitaciones físicas.
Además, el monarca expresó su profunda preocupación por el futuro de la Familia Realy manifestó su deseo de que los príncipes Guillermo y Harry superen sus diferencias personales en beneficio de la monarquía.
Esta petición refleja la convicción del Rey de que la Corona Británica debe prevalecer por encima de cualquier conflicto individual, especialmente cuando él ya no esté presente para mediar entre sus hijos.
Esta situación mantiene en vilo a toda la familia real, mientras el Rey Carlos III lucha por mantener la unidad familiar y la continuidad de la institución monárquica británica.

La mala relación del Rey Carlos III con Kate Middleton es cada vez más evidente
La relación entre Kate Middleton, Camilla Parker Bowles y el rey Carlos III dejó de ser un tema de rumores para convertirse en una tensión evidente dentro de la familia real.
Una prueba significativa de este distanciamiento fue la misa de Pascua celebrada en Windsor, uno de los eventos más relevantes del calendario monárquico.
La ausencia de los príncipes de Gales no pasó desapercibida, especialmente porque tampoco asistieron el año anterior. En aquella ocasión, se justificó su falta por cuestiones de salud, pero esta vez el motivo parece ser otro.
Según medios británicos, habría sido Kate Middleton quien tomó la decisión de no asistir, cansada de fingir una armonía que ya no siente. La princesa no quiere seguir alimentando una imagen de unidad familiar que, desde su perspectiva, ya no existe.
Consciente del papel que le tocará asumir en un futuro próximo como reina consorte, estaría priorizando su proyección a largo plazo por encima de mantener apariencias.













