

Investigadores de la Universidad de Stanford y el Arc Institute han logrado un avance sin precedentes al utilizar Inteligencia Artificial (IA) para generar virus funcionales en laboratorio.
Estos virus, conocidos como bacteriófagos, demostraron ser capaces de infectar y eliminar bacterias específicas, marcando la primera vez que un modelo de IA genera genomas virales completos y activos.
El descubrimiento, publicado en el servidor bioRxiv, abre un nuevo y controvertido capítulo en la biotecnología moderna y ofrece una prometedora vía para combatir la creciente resistencia a antibióticos.
La IA creó un virus que devora bacterias podría ser la nueva arma contra infecciones resistentes
El éxito fue posible gracias a un modelo de IA llamado Evo, una plataforma diseñada para trabajar con secuencias biológicas como ADN, ARN y proteínas. Este fue entrenado con una vasta base de datos que incluye más de 2 millones de genomas de bacteriófagos.

El equipo, liderado por Brian Hie y Samuel King, se centró en el virus phiX174 (FX174), conocido por su genoma simple. Tras diseñar 302 genomas candidatos, sintetizaron químicamente los más prometedores, y el resultado fue impactante: 16 variantes de virus creadas por IA resultaron funcionales, replicándose y destruyendo la bacteria E. coli.
Cuáles son las ventajas de este descubrimiento
La eficacia de la IA fue tal que algunas de las variantes virales diseñadas no solo replicaron la función del phiX174 natural, sino que incluso mostraron una capacidad de infección superior, atacando hasta tres cepas bacterianas diferentes, mientras que el virus original solo afectaba a una. Este avance impulsa la esperanza de desarrollar nuevas terapias fágicas como alternativa a los medicamentos tradicionales.

Sin embargo, el logro desató serias alarmas éticas y de bioseguridad. Expertos como J. Craig Venter advierten sobre el riesgo de que estos métodos puedan ser explotados por actores malintencionados para crear patógenos humanos más peligrosos, incluso a pesar de que los investigadores excluyeron genomas de virus que afectan a organismos eucariotas.
El equipo de Stanford y Arc Institute subrayó que el experimento se llevó a cabo bajo estrictas medidas de seguridad y solo se utilizaron sistemas biológicos ampliamente considerados seguros, el virus phiX174 y la bacteria E. coli. Este enfoque busca mitigar el riesgo inherente al trabajo con ingeniería genética asistida por IA.
Aunque la creación de virus sintéticos es un hito, los científicos indican que diseñar organismos más complejos, como bacterias u organismos multicelulares, sigue siendo un desafío exponencialmente mayor, lo que ofrece un margen de seguridad biológica ante la preocupación por la creación de superorganismos.















