

Luke Farritor, estudiante de la Universidad de Nebraska de Estados Unidos, logró un gran descubrimiento científico.
A través de un algoritmo de Inteligencia Artificial (IA), el joven leyó por primera vez un fragmento desconocido de un papiro carbonizado de Herculano, antigua ciudad griega que fue sepultada en la erupción del Vesubio.
Según los expertos, esta tecnología podría descifrar cientos de textos albergados en la única biblioteca intacta del periodo greco-romano.

¿Qué rol cumplió la IA en este descubrimiento?
Luke Farritor desarrolló un algoritmo de aprendizaje automático que detectó letras griegas en el papiro. De esta manera, a través de imágenes tomada con rayos X, creó un conjunto de datos con más de 1,000 caracteres griegos marcados manualmente.
A continuación, aplicó el algoritmo a otras imágenes del mismo rollo para detectar letras ocultas. Como resultado, obtuvo una imagen en blanco y negro con letras resaltadas.
"Ver letras y palabras dentro de un rollo es extremadamente emocionante", confesó Thea Sommerschield, historiadora de la Universidad Ca' Foscari de Venecia, Italia.

¿Por qué el pergamino de Herculano no puede ser descifrado por los métodos tradicionales?
Cuando el Monte Vesubio entró en erupción en el año 79, Pompeya no fue la única ciudad que enterró. La tragedia se extendió hasta Herculano, en Italia.
El calor transformó cientos de rollos de papiros en trozos fosilizados de carbono. Estos pergaminos permanecieron enterrados 1,700 años, hasta que fueron excavados en 1752. No obstante, los expertos advirtieron que intentar desplegarlos podría causar un daño irreparable.
Otras herramientas de IA que podrían descifrar papiros
El científico informático Brent Seales intentó por años desarrollar métodos para "desenvolver virtualmente" las capas más delgadas de los papiros a través de tomografías computarizadas de rayos X.
Por otro lado, Yannis Assael, investigador del Google DeepMind y Thea Sommerschield, historiadora de la Universidad Ca' Foscari, lanzaron una herramienta de IA llamada "Ithaca", con el objetivo de ayudar a los académicos a obtener fecha y origen de inscripciones griegas no identificadas.















