

El verano se disfruta mucho mejor lejos de lo habitual y si estás en Ciudad de México y tu rutina te lleva a estar en contacto con el cemento de las pavimentadas avenidas, los grandes edificios espejados y la contaminación atmosférica propia de la vida citadina, entonces, es probable que una escapada a un pueblo mágico a menos de 3 horas de la ciudad, será tu gran plan.
¿Qué mejor para desconectar de la ciudad que conectar con la naturaleza real, en lugares donde los árboles, los campos verdes y sus fuentes de aguas se mezclan con la cultura y la tradición de un pueblo que más que un lugar pequeño a las afueras de la ciudad, es un verdadero paraíso mágico para conectar con lo esencial de la vida.

Estos son los 5 pueblos mágicos cercanos a la CDMX para una escapada perfecta
Prepárate para descubrir rincones que parecen de otro mundo, perfectos para un viaje de fin de semana o una aventura con amigos o en pareja.
Chignahuapan, aguas termales y paisajes que inspiran
Ubicado en la Sierra Norte de Puebla, Chignahuapan se encuentra a unas 2 horas y 30 minutos de la Ciudad de México. En verano, este destino brilla con su verde paisaje montañoso, ideal para desconectarte del calor citadino.

Puedes relajarte en sus famosas aguas termales o explorar la Laguna de Chignahuapan en una tranquila tarde en lancha. La Cascada Salto de Quetzalapan ofrece una vista imponente y senderos para quienes buscan un toque de aventura. Su plaza principal y el Kiosco Mudéjar son joyas arquitectónicas imperdibles.
Zacatlán de las Manzanas, frescura entre nubes y montañas
Zacatlán de las Manzanas está a poco menos de 3 horas desde la CDMX y es ideal para una escapada veraniega llena de naturaleza. Su clima fresco y niebla ocasional le dan un toque místico incluso en los meses más cálidos.

No dejes de caminar por el Mirador de Cristal con vista a la Barranca de los Jilgueros o de perderte entre las formaciones rocosas del Valle de Piedras Encimadas. Para un descanso delicioso, disfruta de una sidra artesanal o un pan de manzana en alguno de sus cafés locales.
Real del Monte, historia y sabor entre montañas
A tan solo 1 hora y 45 minutos de la CDMX, Real del Monte, en Hidalgo, ofrece una experiencia refrescante este verano. Su altura y clima fresco hacen que sea ideal para caminar sin preocuparte por el calor.

Puedes visitar el Museo Mina de Acosta para descubrir su pasado minero, recorrer calles empedradas con arquitectura inglesa y disfrutar de los tradicionales pastes. Además, su ambiente pet friendly lo convierte en un excelente destino para compartir con tu mascota.
Tlalpujahua, entre bosques y encanto artesanal
Tlalpujahua, en Michoacán, se ubica a unas 2 horas y 50 minutos de la Ciudad de México. En verano, sus paisajes boscosos cobran vida, ideales para caminatas, fotografía y conexión con la naturaleza.

Recorre el centro histórico, visita el Museo de la Mina Dos Estrellas o adéntrate en el Santuario de Nuestra Señora del Carmen. Aunque es famoso por sus esferas navideñas, en cualquier temporada puedes conocer los talleres donde se elaboran y disfrutar del arte local.
El Oro, verano entre minas y lagos escondidos
El Oro, en el Estado de México, está a unas 2 horas y 40 minutos de la CDMX. Es un destino perfecto para el verano gracias a su combinación de historia, arquitectura y espacios al aire libre.

Puedes caminar por la Presa Brockman o acampar en el Parque Ecoturístico El Mogote, rodeado de bosques frescos. No te pierdas el Teatro Juárez y el Museo de Minería, que narran el esplendor minero del pueblo. Su tranquilidad lo hace ideal para escapadas relajadas.
Si estás buscando una escapada diferente para este verano, lejos del bullicio y con experiencias únicas, estos cinco Pueblos Mágicos cerca de la CDMX te ofrecen historia, naturaleza, gastronomía y un descanso inolvidable.















