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La humanidad atraviesa actualmente un momento de tensión global que ha despertado con el paso del tiempo una serie de interrogantes: ¿quién posee hoy en sus manos el botón rojo para iniciar una Tercera Guerra Mundial? ¿Los líderes políticos tienen la última palabra o la tecnología ya los ha dominado?

Analistas internacionales han encendido la alarma ante nuevas formas y riesgos inesperados que podrían desatar un conflicto bélico a gran escala. En este grupo, el politólogo indio, Sundeep Waslekar, ha dado a conocer su postura al respecto y reveló que ya no se trata únicamente de presidentes y comandantes militares.

La amenaza más alarmante es que, en un futuro cercano, la decisión de acabar con la humanidad podría no depender de un ser humano, sino de un algoritmo. Así, la IA y la carrera armamentista plantean un escenario desconocido, que rompe con los parámetros tradicionales de la guerra.

La inteligencia artificial y el riesgo de una tercera guerra mundial

Según Waslekar, "el riesgo de una tercera Guerra Mundial no puede ser descartado". La expansión de armas nucleares, así como también la carrera armamentista en inteligencia artificial, marcan un punto de inflexión en la historia. Una de las cuestiones que más inquietud despierta no se vincula únicamente con la capacidad de las máquinas en la actualidad de tomar decisiones con alto grado de autonomía, sino también con que podrían desencadenar contextos conflictivos a gran escala sin la necesidad de que los líderes tengan participación.

A esto se suma que, desde 2022, el derecho internacional se encuentra en un estado crítico. Muchos acuerdos de desarme que se firmaron en 1985 y 2002 fueron desmantelados, y el Consejo de Seguridad de la ONU atraviesa un impás. En este sentido, para Waslekar, la humanidad se encuentra en un momento "más peligroso que en la Guerra Fría", ya que, a diferencia de aquella época, hoy no existen mecanismos sólidos de diálogo entre las principales potencias.

El contrato social global y la fase más peligrosa de la humanidad

Frente a esta situación, Waslekar propone un Contrato Social Global; es decir un acuerdo que vaya más allá de los intereses nacionales y busque un consenso universal. Su planteo se enfoca en que los problemas actuales -la amenaza nuclear, la crisis climática, las pandemias y el descontrol tecnológico- son planetarios, y por tanto implican respuestas conjuntas.

Al respecto, el politólogo asegura que la humanidad se encuentra en la fase más peligrosa de su historia. La combinación de una crisis tecnológica, una crisis institucional y una crisis conceptual ha dejado sin rumbo al sistema internacional, y una misma pregunta mantiene en vilo a la población global: ¿serán los líderes quienes decidan el futuro de la humanidad, o será un algoritmo el que marque el comienzo de la tercera Guerra Mundial?