

Tras el uso intensivo de drones en el conflicto entre Rusia y Ucrania, los vehículos no tripulados se consolidaron como herramientas estratégicas en operaciones marítimas.
Turquía, miembro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), dio un paso adelante por desarrollar el Arida-M, un buque de superficie no tripulado (USV) capaz de detectar e interceptar de manera autónoma drones kamikaze y proteger activos navales clave.
Características y capacidades del Arida-M
El Arida-M es un USV de 5 metros de longitud y 1,3 metros de ancho, diseñado para misiones autónomas con una velocidad máxima superior a los 50 nudos (93 km/h).
Con una capacidad de carga útil de 30 kilogramos, puede realizar patrullaje, protección de convoyes y defensa contra amenazas hostiles. Su desarrollo corre a cargo de Anadolu Robotik Technology, en colaboración con Sekizaltm Technology, e integra el sistema Muhafz, que combina sensores avanzados y soluciones de comunicación para identificar amenazas dirigidas a vehículos y activos aliados.
Turquía planea tener el Arida-M plenamente operativo para 2026.
Cuál es el potencial de la plataforma Arida en Turquía
La versión base, conocida como Arida, ofrece un casco más grande y versátil, con capacidad de transporte de hasta 670 kg (1.477 libras) y un rango de control de 40 km (25 millas).
Este modelo permite realizar tareas adicionales como búsqueda y rescate, transporte de carga, investigación científica, mapeo y vigilancia, consolidando a Turquía como un referente en el desarrollo de tecnología naval autónoma.















