

Los sismos son una constante en varias regiones del planeta, especialmente en aquellas zonas donde la actividad tectónica es intensa. En Latinoamérica, múltiples países conviven con estos fenómenos, pero no todos enfrentan la misma frecuencia o intensidad.
A raíz de recientes movimientos telúricos registrados tanto en Asia como en Sudamérica, ha resurgido el interés por saber cuál es el país latinoamericano más propenso a los terremotos. La respuesta, aunque sorprenda a algunos, no es México ni Perú.
Chile, el país de Sudamérica que lidera en sismos
Chile, una nación del extremo sur de Sudamérica, es considerada la más sísmica de Latinoamérica, de acuerdo con datos del Servicio Geológico de Estados Unidos. Este organismo internacional ha señalado que el territorio chileno se ve constantemente afectado por terremotos debido a su ubicación geográfica.

Chile se encuentra en el llamado Cinturón de Fuego del Pacífico, una extensa zona donde confluyen varias placas tectónicas y que genera una intensa actividad sísmica.
En días recientes, Chile fue nuevamente epicentro de un terremoto de magnitud 7.5, seguido por una réplica de 6 grados. A pesar de la fuerza de ambos movimientos, no se reportaron víctimas ni daños graves, lo que refleja el nivel de preparación y respuesta de las autoridades chilenas ante este tipo de emergencias.

El Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA) emitió una alerta de tsunami, lo que llevó a evacuar preventivamente zonas costeras. Más tarde, el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred) informó que no hubo afectaciones relevantes y redujo el nivel de alerta.
México también se ubica en el Cinturón de Fuego
Aunque no lidera el número de sismos en Latinoamérica, México es otro país altamente sísmico por su posición en el Cinturón de Fuego del Pacífico. Esta franja de intensa actividad tectónica también afecta a Perú y otros países de la región.
La interacción entre las placas tectónicas -como la de Cocos y la Norteamericana en el caso mexicano- provoca frecuentes liberaciones de energía que se traducen en terremotos.

El caso de Chile, sin embargo, es particular. Su ubicación entre la placa de Nazca y la placa Sudamericana convierte a su territorio en un punto de constante fricción geológica. Esta dinámica ha colocado a Chile como el país más sísmico de América Latina, como también entre los más afectados por terremotos a nivel mundial, junto con Japón.
La preparación de la población y la respuesta efectiva de sus instituciones han sido clave para reducir el impacto de estos fenómenos naturales.












