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La cantidad adecuada de agua que necesita cada persona varía según factores como el peso, el clima, el nivel de actividad física e incluso el estado del hígado. Beber suficiente agua no solo impacta en la piel o la energía diaria, también puede ser clave para mejorar problemas de salud como el hígado graso.

Por eso, especialistas advierten que no hay que esperar a tener sed para hidratarse: la calve está en saber cuánta agua tomar cada día y no poner en riesgo el bienestar físico.

¿Cuánta agua hay que tomar al día según la ciencia?

Según nutricionistas y hepatólogos, la cantidad de agua recomendada se calcula en base al peso corporal. La fórmula más aceptada es de 35 mililitros por cada kilo de peso. Así, una persona que pesa 70 kilos debería consumir cerca de 2.450 ml, es decir, poco menos de dos litros y medio al día.

Este cálculo debe ajustarse si la persona vive en zonas calurosas, realiza actividad física intensa o consume alimentos con alto contenido en sodio. En esos casos, se recomienda aumentar la ingesta para compensar la pérdida de líquidos.

Además, es importante distribuir el consumo de agua durante todo el día, en lugar de solo concentrarlo en una sola toma. Tomar grandes cantidades de golpe puede forzar los riñones, y no mejora la hidratación.

Por qué es clave para el hígado y otros órganos

Una buena hidratación no solo favorece el funcionamiento del hígado, sino que también ayuda a metabolizar las grasas, eliminar toxinas y evitar la sobrecarga de este órgano vital.

En personas con hígado graso, aumentar la ingesta de agua puede mejorar los resultados de análisis clínicos y complementar otros tratamientos médicos. La hidratación también influye en la digestión, la función renal, la circulación y la salud mental.

Beber poca agua de forma constante puede derivar en fatiga, dolor de cabeza, estreñimiento y disminución del rendimiento cognitivo. Incluso puede alterar el estado de ánimo, generar irritabilidad y dificultar la concentración.

Señales de que no estás tomando suficiente agua

Reconocer lossignos de deshidratación es clave para corregir hábitos diarios a tiempo. Por este motivo, es importante que te mantengas alerta de los siguientes síntomas:

  • Sed frecuente y sequedad en la boca.
  • Orina de color oscuro o con olor fuerte.
  • Dolor de cabeza y fatiga sin causa aparente.
  • Piel seca y pérdida de elasticidad cutánea.
  • Mareos, falta de concentración o mal humor