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En una sorprendente declaración, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, expresó su intención de deportar no solo a inmigrantes indocumentados que hayan cometido delitos violentos, sino también a ciudadanos estadounidenses con condenas similares, enviándolos a las mega prisiones de El Salvador.

Esta controversial propuesta surgió durante una reunión con el presidente salvadoreño Nayib Bukele en la Casa Blanca, generando preocupación entre organizaciones de derechos humanos y expertos legales.

Un nuevo paradigma punitivo: Trump propone un destino carcelario transfronterizo para los ciudadanos estadounidenses condenados. Fuente: archivo.
Un nuevo paradigma punitivo: Trump propone un destino carcelario transfronterizo para los ciudadanos estadounidenses condenados. Fuente: archivo.

Trump busca expandir alcance de deportaciones a ciudadanos estadounidenses

Durante su encuentro con Bukele en la Oficina Oval el 15 de abril de 2025, Donald Trump declaró estar "totalmente a favor" de deportar a ciudadanos estadounidenses considerados delincuentes violentos.

"Si se trata de un delincuente local, no tengo ningún problema", afirmó el presidente, añadiendo que la secretaria de Justicia Pam Bondi está analizando las implicaciones legales de esta propuesta.

El mandatario también ejemplificó los casos que consideraría para deportación: "Si son delincuentes y golpean con bates de béisbol en la cabeza a personas de 90 años, o si violan a mujeres de 87 años en Coney Island, Brooklyn. Sí, eso los incluye".

El mandatario norteamericano preguntó retóricamente: "¿Por qué creen que existe una categoría especial de personas?", argumentando que estos individuos "son tan malos como cualquiera que entre al país".

Acuerdo con El Salvador permitiría alojar prisioneros en el Centro de Confinamiento del Terrorismo

El gobierno estadounidense ya estableció un acuerdo sin precedentes con El Salvador, anunciado en febrero por el secretario de Estado Marco Rubio, mediante el cual el país centroamericano albergaría a delincuentes violentos estadounidenses y recibiría deportados de cualquier nacionalidad.

Esta colaboración fue criticada por grupos de derechos humanos debido a las condiciones de detención en instalaciones como el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot).

Stephen Miller, subsecretario general de la Casa Blanca, confirmó que "no hay un límite máximo" para las deportaciones planificadas bajo este acuerdo.

Por su parte, Trump elogió la gestión de Bukele con los prisioneros, afirmando que hace "un excelente trabajo", y le solicitó: "¿Podría construir más [prisiones], por favor? Tantos como podamos sacar de nuestro país, los que el incompetente Joe Biden permitió entrar a través de las fronteras abiertas".

Cecot, el destino final: Trump y Bukele sellan un acuerdo para el envío de criminales estadounidenses. Fuente: Shutterstock.
Cecot, el destino final: Trump y Bukele sellan un acuerdo para el envío de criminales estadounidenses. Fuente: Shutterstock.

Caso Ábrego García evidencia controversias en política migratoria de Donald Trump

La nueva propuesta surge en medio de la polémica por el caso de Kilmar Armando Ábrego García, un salvadoreño deportado erróneamente a pesar de una orden judicial que lo prohibía.

A pesar del dictamen de la Corte Suprema que ordena a EE.UU. "facilitar" su regreso, tanto Trump como Bukele dejaron claro durante su reunión que Ábrego García no será devuelto a Estados Unidos.

Miller defendió la deportación argumentando: "Nadie fue enviado por error a El Salvador. Se ordenó su deportación de este país en 2019. Es un inmigrante ilegal. Su país de origen es El Salvador. Ahí es donde pertenece".

Este caso ilustra las tensiones entre las políticas migratorias de la administración Trump y las garantías legales y procesales que operan en el sistema judicial estadounidense.

La propuesta de deportar a ciudadanos estadounidenses plantea serias dudas constitucionales y legales que expertos anticipan serán impugnadas en los tribunales si la administración intenta implementarla.