

A menudo creemos que la elección del color de nuestras prendas es simplemente una cuestión de moda. Sin embargo, desde la Psicología los colores que utilizas se relacionan con tus emociones y experiencias culturales. Las personas que prefieren el lila proyectan tranquilidad, calidez y dulzura.
Según la teoría de Eva Heller, cada color puede modificar su impacto emocional dependiendo de con qué se combine. Incluso, se resignifican en función de los contextos sociales y culturales. Es decir, en algunas culturas algún un puede asociarse con cierto significado que en otras puede ser distinto.
Qué significa el color lila para la psicología

Antes de profundizar en la mirada psicológica de la percepción de los colores, veamos cómo es que se perciben los colores en sí. Los colores se perciben a través del sistema visual, parte del sistema nervioso humano. La estimulación del color se traduce en una señal nerviosa que se envía al cerebro en un proceso neurofisiológico.
En el caso del lila, el cerebro interpreta la mezcla de azul y rojo -que componen al lila -como violeta, y su versión más clara como lila. La psicología, en tanto, asegura que, luego de percibir las gamas cromáticas, el resto de nuestro sistema activa distintas emociones relacionadas con nuestras experiencias personales y socioculturales con cada color.
La psicología del color atribuye al lila ciertos valores simbólicos que van desde la sensibilidad y la amabilidad, hasta la espiritualidad y la introspección. El lila, según Heller, se percibe como un color equilibrado sin connotaciones negativas marcadas, ideal para transmitir empatía y madurez.
El lila es entonces un color relevante como herramienta dentro de la psicoterapia, el diseño y el marketing emocional. El art nouveau, por ejemplo, lo usó para expresar extravagancia, mientras que en otras ocasiones, es utilizado para comunicar serenidad.
Lila: Cómo es interpretado socialmente

Así como desde la psicología es posible determinar qué emociones proyecta un color, cada cultura ha dado una significación particular a las tonalidades. Es decir, se activan códigos sociales de acuerdo al contexto.
El lila en Europa evoca humildad mientras que en América del Sur simboliza alegría por su presencia frecuente en la naturaleza. De hecho, el árbol considerado como el más bello del mundo es el jacarandá oriundo de Latinoamérica y con flores de este magnífico color.
La interpretación moral e intelectual de un color permite comprender cómo un tono puede cambiar de significado de acuerdo al contexto en se lo utilice. Por ejemplo, el lila se encuentra dentro de la escala más baja de los violetas. Goethe realizó una interpretación intelectual del violeta asociándolo a la fantasía y lo irreal y en paralelo identificándolo con la teología.
En esa línea, el lila dentro del cristianismo es uno de los colores litúrgicos, presente en celebraciones como adviento y cuaresma representando la dualidad entre el amor, la esperanza y el sufrimiento. De hecho, es usual ver a los obispos usar este color en estas festividades. Finalmente, el violeta y el lila recientemente han sido adoptados como símbolo de movimientos feministas.
¿Sabías que el nombre del lila proviene del de una flor?
Para terminar, un pequeño dato de color -¿qué mejor que hacerlo cuando hablamos de uno de ellos, no?-. El nombre "lila" proviene de la flor Syringa vulgaris, cuyas distintas variantes -como el lila claro, el francés, el lavanda o el malva- representan las múltiples tonalidades derivadas de esta mezcla.
En contraste, otros colores como el púrpura, el burdeos o el morado, también surgen del violeta, pero con diferente intensidad y sin la adición de blanco.













