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Un tono azul imposible, un brillo hipnótico y una historia teñida de sangre y traición. Así podría resumirse el misterio que envuelve al legendario "Azul de Francia", el diamante más valioso que alguna vez adornó la corona de Luis XIV. Pero ahora, gracias a nuevas investigaciones reveladas por National Geographic, se confirma lo que muchos sospechaban: esta gema guarda un oscuro secreto que vincula a la realeza francesa con una antigua maldición.

El diamante infame, conocido también como el Hope Diamond, no solo fue símbolo de riqueza y poder, sino que se transformó en el presagio de la caída de una dinastía. Según la publicación, se extrajo originalmente en la India y fue adquirido por el comerciante Jean-Baptiste Tavernier en el siglo XVII. Lo vendió a Luis XIV, quien lo hizo cortar y montarlo como pieza central del tesoro real. Pero tras su llegada a Francia, la desgracia no tardó en alcanzar a quienes lo poseían.

"Este diamante no solo es testigo de la historia de Francia, sino que también la ha marcado con tragedia", afirma la historiadora francesa Marie-Aude Bisset, citada en el artículo. La desaparición del "Azul de Francia" durante la Revolución Francesa y su posterior reaparición, ya transformado, es solo una parte del rompecabezas. Lo que vino después fue aún más inquietante.

El rastro perdido del Azul de Francia

La historia del diamante se vuelve aún más turbia en 1792, cuando fue robado del Garde-Meuble de la Couronne, el depósito real. Durante décadas, se creyó desaparecido hasta que, en 1812, una piedra de características similares apareció en Londres.

Más pequeña, pero con el mismo azul intenso, fue bautizada como Hope Diamond, en honor a Henry Philip Hope, su nuevo propietario.

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Lo que pocos sabían es que este diamante era una parte del original. Un análisis reciente, publicado por National Geographic, confirmó con tecnología 3D y modelado digital que el Hope fue tallado a partir del "Azul de Francia". "Es como ver renacer un fantasma de la monarquía", señaló François Farges, gemólogo del Museo Nacional de Historia Natural de París, quien lideró el estudio.

Este hallazgo no solo resuelve un misterio de siglos, sino que también aviva las leyendas que rodean a esta piedra. Desde la ejecución de Luis XVI y María Antonieta hasta la ruina financiera de sus posteriores dueños, la lista de tragedias asociadas al diamante es tan brillante como perturbadora.

La maldición que nunca se apagó: todos murieron

La creencia popular sostiene que el diamante porta una maldición que condena a quienes lo poseen. Desde el suicidio del banquero Jacques Colot hasta la muerte trágica de Evalyn Walsh McLean, heredera estadounidense que lo lució en fiestas, los hechos parecen reforzar esa idea.

La propia McLean decía entre risas: "Este diamante trae problemas, pero qué bien se ve". Poco después, perdió a su hijo, su hija murió de sobredosis y su esposo fue internado por demencia.

Hoy, el Hope Diamond reposa en el Smithsonian, expuesto al público, pero rodeado de un aura inquietante. "Cada visitante que lo contempla participa, sin saberlo, de una historia que no termina", concluye Bisset.

¿Maldición o coincidencia? Lo cierto es que el Diamante Hope o el Azul de Francia sigue haciendo honor a su historia: deslumbrante, trágico y eternamente enigmático.