

Las estafas por teléfono se volvieron difíciles de identificar, dado el avance de la tecnología. Ya no son solo engaños obvios, sino que ahora incluyen tácticas más discretas, como grabar la voz para cometer fraudes bancarios o hacerse pasar por algún familia.
Por este motivo, expertos dan a conocer cuáles son las tres palabras que pueden ponerte en riesgo y qué hacer para no caer en estas trampas. Conocer estas estrategias y saber cómo actuar es fundamental para cuidar la información personal y financiera.
¿Cómo saber cuándo una llamada es fraude?
Este tipo de llamadas suele llegar desde números desconocidos y, por lo general, inician con mensajes alarmantes o supuestas advertencias. Quienes llaman se hacen pasar por personal de bancos, compañías de envíos, áreas de cobranza o incluso instituciones gubernamentales.
La intención no siempre es pedir información, sino lograr que la persona diga ciertas frases que se puedan grabar. Luego, esas grabaciones pueden ser usadas en fraudes, como audios manipulados.
¿Qué tipo de palabras debemos evitar en la atención telefónica?
Hay tres palabras que representan mayor peligro en este tipo de fraudes telefónicos:
"Sí": puede ser manipulada para hacer parecer que aceptaste condiciones o transacciones que nunca solicitaste.
"Hola": sirve para confirmar que el número está en uso y puede incorporarse en grabaciones falsas.
"Aló": en ciertos sistemas, puede activar funciones automáticas o redirigirte con otros estafadores, lo que aumenta el riesgo de ser víctima del fraude.
Todas estas palabras forman parte del llamado "fraude del sí", una modalidad que se hizo popular en los últimos años. Consiste en que una persona te llama y, a través de una pregunta sencilla o algún engaño, busca que respondas con una palabra que indique afirmación.
Esa respuesta puede ser grabada, modificada y usada para autorizar cargos, activar servicios o validar contratos falsos a tu nombre.
¿Qué palabra se usa para contestar el teléfono?
En vez de contestar con frases habituales o respuestas automáticas, es preferible usar expresiones generales que no puedan ser usadas con otros fines, como por ejemplo:
- "¿Quién habla?"
- "¿Cómo puedo asistirle?"
- "¿A nombre de quién?"
Otra opción es esperar unos segundos en silencio para que la otra persona tome la iniciativa en la conversación. Esta estrategia ayuda a evitar que tu voz sea grabada y utilizada en situaciones indebidas.















