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El origen del miedo al martes 13, conocido como "triscaidecafobia", tiene raíces culturales y religiosas que han trascendido a lo largo de los siglos y ha sobrevivido entre las culturas más arraigadas a sus costumbres.

En la tradición cristiana, el martes 13 se asocia con la traición de Judas Iscariote, quien conspiró contra Jesús un martes, y el número 13 se vincula con la Última Cena, donde se sentaron 13 personas, siendo Judas el traidor.

En la cultura nórdica, la leyenda de Balder, el dios de la luz, también resalta el mal agüero de este día.

Por otro lado, en algunas culturas, el número 12 es considerado completo (como los meses del año), y el 13 es visto como un número irregular o desafiante. Estas creencias han perdurado a lo largo de los años, alimentando el temor a este día.

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El significado sagrado del martes 13 entre los mayas

En la cultura maya, el número 13 tenía un significado especial y sagrado. Era considerado un número cósmico asociado con el ciclo del tiempo, ya que los mayas utilizaban un calendario de 13 baktunes (un periodo de 394 años).

Cada baktun marcaba un cambio significativo en su concepción del tiempo y la historia. El martes, al ser el día dedicado a Marte, se relacionaba con la guerra y el conflicto, aunque en el contexto maya, este día también tenía asociaciones con la fertilidad y la creación.

En su cosmovisión, los mayas creían que ciertos días eran propicios para rituales y ceremonias, y el 13 podía simbolizar renovación y transformación en vez de mal agüero, como en otras culturas.

El ritual poderoso para el martes 13 | Atrae la buena suerte

Para realizar un ritual de limpieza energética en un martes 13 por la noche bajo la luz de la Luna, sigue estos pasos:

Prepara el espacio: Encuentra un lugar tranquilo al aire libre o junto a una ventana. Limpia el área de objetos no deseados y enciende una vela blanca.

Crea un baño de hierbas: Hierve agua con sal marina y agrega hierbas como romero o salvia, que son conocidas por sus propiedades purificadoras.

Medita: Siéntate en posición cómoda, cierra los ojos y respira profundamente. Visualiza una luz blanca envolviéndote, eliminando energías negativas.

Rocío: Con el agua de hierbas, rocía suavemente tu cuerpo y el espacio, pidiendo a la luna que llene tu vida de luz y positividad.

Este ritual, al alinearte con las energías de la Luna, sin importar la fase en la que se ecuestre, y la intención de limpieza, potencia tu capacidad de atraer buenas vibras y oportunidades.