

El oro se consolidó como el refugio favorito de los inversionistas en tiempos de incertidumbre económica.
Mientras los mercados globales muestran signos de volatilidad y los conflictos geopolíticos generan dudas sobre la estabilidad del dólar, el metal precioso alcanzó un récord histórico, superando todos los pronósticos de 2025.

Oro alcanza cifras récord y desafía la confianza en el dólar
El precio del oro subió a 3.578,40 dólares por onza, superando el récord intradiario anterior de 3.509,90 dólares establecido en abril.
Posteriormente, se estabilizó en 3.549,10 dólares por onza, registrando un aumento del 1,1%.
Analistas señalan que la desconfianza en el dinero fiduciario, alimentada por los desafíos de instituciones clave como la Reserva Federal, provoco un desplazamiento hacia activos tangibles como el oro y la plata.
La plata, por su parte, superó los 40 dólares por onza por primera vez desde 2011, cerrando en 41,46 dólares, con un incremento del 1,8%.
Mercados globales muestran volatilidad ante tensiones económicas
Mientras el oro sube, los mercados bursátiles internacionales muestran movimientos mixtos. En Europa, el DAX de Alemania retrocedió un 1,1%, el FTSE 100 del Reino Unido cayó un 0,4%, y el CAC 40 de Francia se mantuvo estable. En Asia, el Nikkei 225 de Tokio avanzó un 0,3% gracias a compras estratégicas, mientras que los índices de Hong Kong y Shanghái retrocedieron medio punto porcentual.
Este comportamiento refleja la cautela de los inversionistas ante la incertidumbre sobre la deuda de Estados Unidos, los riesgos geopolíticos y los recientes fallos judiciales sobre aranceles impuestos por la administración de Donald Trump.

Commodities y divisas: el oro lidera mientras los demás fluctúan
En el ámbito de los commodities, el petróleo estadounidense subió a 65,87 dólares por barril y el brent alcanzó los 69,37 dólares, registrando ganancias moderadas.
Por su parte, el dólar se fortaleció frente al yen japonés, mientras que el euro cayó ligeramente frente al dólar.
Estas fluctuaciones refuerzan la percepción de que los metales preciosos, en particular el oro, se convirtieron en el "santo grial" para quienes buscan resguardar su inversión en un contexto global incierto.














