En esta noticia

A siete meses de que formalmente se realice la primera revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá, las representaciones comerciales están levantando presión a fin de empujar sus respectivos intereses en el acuerdo comercial de Norteamérica.

Es el caso de la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR), que iniciará este martes (diciembre 2) una audiencia pública de tres días sobre el funcionamiento T-MEC como antesala de la revisión del acuerdo tripartita.

La USTR informó que recibió 175 solicitudes para presentar testimonios entre el 3 y el 5 de diciembre, lo que anticipa un intenso debate sobre el rumbo del marco comercial norteamericano y su posible renegociación. El resultado de este proceso será determinante para definir si el acuerdo se renueva por otros 16 años o si se abre la puerta a escenarios de mayor incertidumbre regulatoria y arancelaria en la región.

¿Habrá un nuevo T-MEC?

La agencia que lidera los acuerdos y las políticas públicas comerciales de Estados Unidos espera una participación que refleje el amplio espectro de los intereses que buscan condiciones favorables en el nuevo estatus del T-MEC.

Los participantes llegarán a la mesa de sectores como sindicatos que reclaman reglas de origen más estrictas y estándares laborales reforzados en la industria automotriz, así como actores que buscan incorporar un nuevo capítulo o disposiciones específicas sobre minerales críticos y cadenas de suministro estratégicas.

Las audiencias también servirán para ventilar conflictos bilaterales pendientes, desde la “suspensión del impuesto a servicios digitales y la regulación de streaming en Canadá”, hasta la aplicación del Tratado de Aguas de 1944 entre Estados Unidos y México y las disputas por la política energética mexicana.

Por otro lado, en los tres países miembros resuenan voces de exnegociadores que piden mantener el T-MEC sin mayores cambios.

El fantasma chino en América del Norte

Sobre la revisión pesa además la creciente preocupación en Washington por el aumento de la inversión china en la región, especialmente en México, fenómeno que legisladores demócratas y asesores laborales vinculan con el desvío de exportaciones hacia el mercado estadounidense bajo el paraguas del T-MEC.

En este sentido, el gobierno mexicano ha respondido con aranceles a importaciones chinas, así como una política más agresiva a la venta de automóviles hechos en China, sujetos a impuestos de hasta 50%.

Comercio digital explota en 2025

Los que están celebrando son quienes participaron en la temporada de ventas previo a diciembre-enero; es decir, en las campañas del Buen Fin, Black Friday y Cyber Monday 2025.

Estas ventanas de venta registraron picos históricos de compras digitales, un alza de 27% en el volumen de transacciones y, al mismo tiempo, un repunte de 25% en el llamado “fraude amistoso” (cuando un cliente reclama a un banco el reembolso que ‘no reconoce’ pero que sí realizó), de acuerdo con la consultora ACI Worldwide.

Durante el periodo se registró un aumento de un valor promedio por operación de u$d 131 en México, 3 dólares menos que en 2024. Sin embargo, el 30% de crecimiento en compras desde dispositivos móviles confirma que el smartphone se consolida como el canal preferido para aprovechar promociones relámpago y comparadores de precios en tiempo real, refiere ACI.

IA para trabajar menos vs. jornadas de 40 horas

Estos días, por los ambientes laborales del país se genera una paradoja: trabajar menos con la inteligencia artificial o trabajar menos horas gracias a diversas iniciativas en políticas públicas.

Y es que la IA y la reducción de la jornada a 40 horas dibujan dos rutas distintas para el futuro del trabajo en México: una empuja a producir más con tecnología y flexibilidad; la otra busca trabajar menos horas sin perder salario, pero enfrenta el reto de elevar una productividad históricamente baja. Ambas agendas se cruzan en el mismo dilema: cómo lograr que cada hora trabajada valga más.

IA, oficinas y modelo híbrido

El estudio “IA y presencialidad: el nuevo panorama laboral”, de PageGroup y WeWork, muestra que 61% de los profesionales ya usa IA por iniciativa propia y 90% desea capacitarse, señal de que el cambio viene desde el talento y no solo desde las direcciones de TI.

Esta adopción impulsa un modelo híbrido donde la mayoría prefiere ir a la oficina uno o dos días a la semana, lo que ha reactivado el mercado corporativo y ayudó a reducir la vacancia de oficinas en Ciudad de México hacia niveles cercanos a 20%.

En paralelo, la nueva demanda de espacios privilegia ergonomía, áreas verdes y ambientes que favorezcan concentración y bienestar, en línea con normas como la NOM-037 y la llamada “Ley Silla”. Ante la falta de infraestructura adecuada en muchas empresas, los esquemas de coworking se consolidan como válvula de escape: permiten integrar IA y flexibilidad sin grandes inversiones iniciales.

La apuesta por 40 horas

Por otro lado, en el plano regulatorio, el gobierno de Claudia Sheinbaum prepara la iniciativa para reducir la jornada laboral de 48 a 40 horas semanales, con la promesa de que el recorte no tocará los salarios y podría comenzar a operar a partir de 2026, siempre que haya consenso entre empresarios y sindicatos. La presidenta ha reiterado que el cambio se construirá por acuerdo, siguiendo la lógica de las reformas salariales recientes, y que la propuesta se presentará formalmente antes de que termine el año.

El desafío es que México llega a esta discusión como uno de los países menos productivos de la OCDE medido en PIB por hora trabajada: genera alrededor de 30 dólares por hora, menos de la mitad del promedio del organismo, que ronda los u$d 70. En ese contexto, advierten especialistas laborales, una reducción de jornada sin una estrategia paralela de capacitación, digitalización y rediseño de procesos corre el riesgo de traducirse en menos producción, no en mejores condiciones sostenibles.

Una voz que ha sonado en contra de esta propuesta es la del multimillonario Carlos Slim, quien recientemente advirtió que bajar la jornada semanal de 48 a 40 horas podría de hecho afectar los ingresos de los trabajadores.

El empresario dijo que sería mejor realizar jornadas más largas en tres o cuatro días a la semana, además de retrasar la edad de jubilación hasta los 75 años, en lugar de 65.

Productividad: el punto de choque

La discusión cruza a un mercado laboral que ya muestra rezagos: el Índice Global de Productividad Laboral en México ha avanzado a tasas modestas, refiere la Organización Internacional del Trabajo en un reporte. Esto es muy por debajo de lo que requeriría una convergencia rápida con economías desarrolladas. De ahí que algunos empresarios, por medio de organismos como Coparmex, CCE y el CMN, alerten sobre mayores costos operativos, presiones en resultados y la necesidad de reorganizar turnos si se aprueba la semana de 40 horas sin una “reforma paralela” de eficiencia.

IA como aliado de la semana corta

Por otro lado, los tecnófilos creen que una acelerada adopción de IA ofrece justamente las herramientas para que menos horas no signifiquen menos resultados. Automatizar tareas repetitivas, ordenar grandes volúmenes de información y apoyar la toma de decisiones permitiría liberar tiempo para actividades de mayor valor, tanto en esquemas presenciales como híbridos.

Para las empresas mexicanas, el reto será articular ambas agendas: usar la IA y el trabajo híbrido para cerrar la brecha de productividad mientras se avanza hacia una semana de 40 horas que no erosione la competitividad.

Cetes: la apuesta para la inversión masiva

A pesar de múltiples plataformas que han surgido, y desaparecido del mercado, con ofertas de tasas estratosféricas, el modelo de Cetesdirecto sigue siendo la principal puerta de entrada de millones de mexicanos interesados en invertir y obtener intereses de manera confiable.

A la fecha, reportó Nacional Financiera (Nafin), más de 2.7 millones de inversionistas individuales han abierto cuentas en Cetesdirecto.

Lanzado en 2010, Cetesdirecto fue diseñado por la Secretaría de Hacienda y Nafin para “democratizar el acceso a instrumentos como Cetes, Bonos M y Udibonos, eliminando intermediarios, comisiones y trámites bancarios tradicionales.

Digitalización e inclusión

EN su quince aniversario, Cetesdirecto opera de forma 100% digital, vía web y aplicación móvil, con apertura y operación de cuentas a distancia y montos mínimos de inversión de MXN $100.

Hacienda y Nafinsa destacan que Cetesdirecto no solo canaliza recursos “hacia la deuda pública”, sino que ofrece un modelo inherente de educación financiera mediante simuladores, materiales didácticos y la posibilidad de programar aportaciones periódicas desde cuentas bancarias.