

Scott Bessent, secretario del Tesoro de Estados Unidos, defendió públicamente la estrategia económica del presidente Donald Trump, asegurando que sus políticas están diseñadas para impulsar el crecimiento a largo plazo, incluso si provocan cierta turbulencia en el corto plazo.
Durante la Conferencia Global del Milken Institute en Los Ángeles, Bessent señaló que el plan de Trump se basa en tres pilares conectados: comercio (aranceles), recortes fiscales y desregulación.
"Son partes de un mismo motor que busca detonar inversión, innovación y empleo", dijo el funcionario.
Aranceles para presionar, incentivos para construir
Bessent explicó que los nuevos aranceles impulsados por Trump tienen como objetivo motivar a las empresas a producir dentro de Estados Unidos. A cambio, recibirán beneficios como:
Créditos fiscales para investigación y tecnología
Deducciones para pequeñas empresas
Amortización total de equipos nuevos
Incentivos para construir fábricas dentro del país
El mensaje fue claro: "Inviertan en EU y obtendrán beneficios concretos".
¿Qué resultados esperan? Más de todo
Bessent resumió el objetivo del plan económico con una frase contundente:
"Más empleos, más hogares, más fábricas, más energía, más innovación y más seguridad económica".
También prevé que, con estas medidas, el crecimiento económico de EU pueda alcanzar casi un 3% para 2026, lo que ayudaría a reducir los déficits presupuestarios sin recortes drásticos.

¿Funcionará el plan a pesar del mal arranque?
Aunque la economía estadounidensese contrajo en el primer trimestre de 2025, en parte por la avalancha de importaciones previas a los nuevos aranceles, Bessent asegura que los mercados son resilientes y podrán soportar la transición.
El FMI, sin embargo, proyecta un crecimiento del PIB de solo 1.8% este año, una cifra que pone a prueba el optimismo del gobierno de Trump.











