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Desde mediados de año, México ha empezado a implementar de manera progresiva una reforma que reducirá la jornada laboral de 48 a 40 horas semanales. Este cambio, considerado uno de los más significativos en la legislación laboral del país en décadas, busca mejorar sustancialmente la calidad de vida de los trabajadores sin afectar sus ingresos.

Se espera que la reforma se efectivice para enero de 2030. Además contempla plazos diferenciados para las empresas, adaptándose al tamaño de cada una para asegurar una transición equitativa y viable. El Gobierno ha enfatizado que el objetivo primordial es "mejorar el bienestar físico, mental y social de millones de trabajadores en México, sin afectar su salario actual".

Implementación de la Nueva Jornada Laboral de 40 Horas

Para garantizar un proceso inclusivo y transparente, se han llevado a cabo en los últimos meses foros públicos en diversas entidades del país.

Nueva ley de trabajo | A partir de este momento cambiarán todos los horarios laborales y será obligatorio para todos (foto: archivo).
Nueva ley de trabajo | A partir de este momento cambiarán todos los horarios laborales y será obligatorio para todos (foto: archivo).

Estos foros tienen por objetivo servir como plataformas para recabar opiniones y experiencias de actores clave del ámbito laboral, incluyendo:

  • empresarios
  • trabajadores
  • sindicatos
  • especialistas
  • autoridades.

Esta reforma no solo promete un impacto directo en la vida de los trabajadores mexicanos al brindarles más tiempo para el ocio, la familia y el desarrollo personal, sino que también representa un desafío para el sector empresarial, que deberá reorganizar sus estructuras y procesos para cumplir con las nuevas disposiciones.

¿Cómo se ajustará la reforma laboral?

Aunque la reducción de la jornada laboral ya es un hecho anunciado, su puesta en marcha será gradual y se ajustará a la capacidad de cada tipo de empresa:

  • Las grandes empresas deberán adaptarse en un plazo máximo de seis meses.
  • Las medianas empresas dispondrán de hasta un año y medio para cumplir con la nueva normativa.
  • Las pequeñas empresas contarán con un margen de dos años.
  • Las microempresas tendrán el plazo más amplio, con tres años y medio para ajustarse a los nuevos lineamientos.