

Con el paso del tiempo y el avance de la edad, es natural que las personas comiencen a experimentar pérdidas de memoria. Esto es parte de un factor biológico relacionado a un deterioro cognitivo, sin embargo, especialistas coinciden en que retener ciertos datos de la infancia y juventud a partir de los 60 años, o incluso más, es signo de una buena salud mental.
El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativaprogresiva e irreversible que deteriora las funciones cerebrales, principalmente la memoria, el pensamiento y el comportamiento.
El Alzheimer es la forma más común de demencia, representando entre el 60% y el 80% de los casos, no obstante, quienes puedan conservar algunos detalles de su pasado revelan menos posibilidades de padecer esta condición.
Estos son los 9 datos de tu pasado que debes recordar para demostrar una buena salud cognitiva después de los 60 años
Expertos en neurociencia aseguran que poder hablar con fluidez de ciertos datos de la infancia o la juventud puede resultar tanto un ejercicio nostálgico como un buen indicio de salud cognitiva después de los 60 años.

Quienes logren recordar estos 9 datos acerca de su pasado es probable que su agilidad mental se conserve en condiciones saludables. Este listado refiere a las capacidades cognitivas asociadas a los recuerdos.
Estas memorias pueden ser pequeñas pruebas de la solidez de las conexiones neuronales y la vitalidad de los diferentes sistemas de memoria.
Memoria emotiva activa
¿Aún recuerdas los cumpleaños de viejos amigos, incluso de aquellos con los que has perdido contacto? Esta persistencia de fechas importantes de relaciones pasadas sugiere una fuerte memoria ligada a las emociones.
Memoria narrativa robusta
Contar anécdotas familiares con precisión, incluyendo detalles y secuencias, es un claro indicio de una memoria para historias bien preservada.
Memoria episódica en forma
Rememorar pasatiempos que quedaron en el olvido, con sus sensaciones y los momentos asociados, señala que tu memoria de eventos personales sigue funcionando bien.
Memoria a largo plazo tenaz
Ser capaz de recitar la dirección de tu primera vivienda, un dato específico de un período lejano, demuestra la resistencia de tu memoria para la información consolidada a lo largo del tiempo.
Memoria musical intacta
Si aún puedes cantar sin fallos las letras de canciones que fueron populares en tu juventud, tu memoria musical se mantiene sorprendentemente viva.
Memoria de reconocimiento facial y verbal
Recordar los nombres y los rostros de amigos de la infancia, personas que no ves desde hace décadas, es una proeza que subraya una buena salud cognitiva.
Memoria espacial notable
La habilidad para describir la distribución de tu casa de la niñez, detallando la ubicación de cada habitación, revela una notable capacidad de retención espacial.
Conexiones neuronales sólidas
Aunque parezca trivial, si tu antiguo número de teléfono reside aún en tu memoria, esto sugiere que las vías neuronales asociadas a ese recuerdo se mantienen fuertes a pesar del paso del tiempo.
Atención al detalle y agilidad mental
La capacidad de recordar detalles triviales de hace muchos años, pequeñas anécdotas o situaciones cotidianas, refleja un cerebro que en su momento fue observador y que aún conserva esa información.















