

Tanto la sandía como los aceites vegetales son conocidos por su aporte de vitaminas y nutrientes. Sin embargo, pocas personas saben que al mezclarlos sus propiedades pueden potenciarse.
Investigaciones de cosmetólogos y nutricionistas recomiendan aprovechar la cáscara de sandía combinada con aceite vegetal, debido a sus efectos antioxidantes y nutritivos.

Conoce los secretos del mundo de la cosmética y aprovecha los beneficios de los ingredientes naturales. De esta manera, podrás lucir más joven sin gastar demás.
¿Para qué sirve la cáscara de sandía?
La cáscara de esta fruta contiene L-citrulina, un compuesto que favorece la dilatación de los vasos sanguíneos y mejora la circulación. Además, estudios recientes confirman que posee bioactivos con actividad antioxidante y antiinflamatoria, útiles para contrarrestar el estrés oxidativo.
En conjunto con aceites ligeros, la mezcla puede:
- Hidratar la piel
- Fortalecer el cabello
- Aportar vitaminas como C y B6, además de potasio y citrulina
¿Para qué sirve la mezcla de la cáscara de sandía con aceite?
A continuación, los usos prácticos de este método casero.
Tónico facial refrescante: hervir cáscaras de sandía, dejar enfriar el líquido y combinarlo con un aceite vegetal suave. Aplicar sobre el rostro para hidratar y revitalizar la piel.
Masajes corporales o capilares: procesar la cáscara y mezclarla con aceite. El preparado ayuda a nutrir el cuero cabelludo, combatir la resequedad y mejorar la textura de la piel.
Batido antioxidante: añadir trozos de cáscara bien lavada a un smoothie con frutas. Aporta fibra, frescura y compuestos protectores naturales.
Para uso facial se sugieren aceites ligeros como semilla de uva o jojoba, que no dejan sensación grasosa. Para masajes corporales pueden emplearse también almendras, rosa mosqueta u oliva extra virgen.
¿Cuáles son los beneficios de comer sandía?
Con un 92% de agua, es hidratante y diurética, ayudando a eliminar toxinas y regular el tránsito intestinal. Su aporte de potasio y magnesio favorece el equilibrio de líquidos y la función celular, mientras que sus antioxidantes fortalecen el sistema inmunológico y protegen el corazón.
Es una fruta adecuada para la mayoría de las personas, aunque quienes viven con diabetes deben controlar la cantidad consumida por su índice glucémico medio-alto.















