

¿Alguna vez te has preguntado qué hay detrás de esos pequeños gestos de consideración, como devolver el carro del supermercado a su lugar o echar una mano a los camareros? La psicología ofrece una mirada fascinante sobre los rasgos de personalidad de quienes realizan estas acciones que parecen insignificantes, pero que revelan mucho más de lo que imaginamos.
Estas conductas, aparentemente menores, son en realidad indicadores de cualidades personales valiosas. Las personas que actúan de esta manera suelen mostrar un profundo respeto por los demás, son conscientes del impacto de sus acciones y poseen autodisciplina. Piensan en el bien común y en el funcionamiento armonioso de la sociedad.
¿Cuál es la "teoría del carro de compra" para la psicología?
La psicóloga María Esclápez explica que esta teoría propone que la moralidad y la capacidad de autogobierno de una persona se pueden determinar por la simple acción de devolver el carrito a su lugar designado.
Este acto, a pesar de su simplicidad, cumple con dos requisitos fundamentales: es fácil y cómodo, y universalmente reconocido como lo correcto y adecuado.
Por estas razones, Esclápez enfatiza que "no hay ninguna justificación que nos impida dejar el carrito en su sitio". La clave radica en que, aunque "no es ilegal abandonar el carro" ni "nos van a premiar por colocarlo en el lineal", la acción recae por completo en nuestra voluntad. "Actuar bien o mal depende únicamente de la voluntad de la persona en sí misma", detalla Esclápez.
Esto convierte al carrito de la compra en el "objeto perfecto para ver si una persona hace lo correcto sin que se la obligue, solo por su bondad". Un fenómeno muy similar se observa con la cada vez menos común costumbre de ayudar a los camareros a recoger la mesa después de comer.

¿Qué dice la psicología sobre las personas que dejan el carro de compras en su sitio o ayudan a los meseros?
El especialista en psicología y fundador de Hack Spirit, Lachlan Brown, explica lo que se esconde tras de las personas que dejan el carro de compras en su sitio o ayudan a los camareros a levantar la mesa:
Respeto por los demás
Brown destaca en su artículo el profundo respeto que estas personas tienen por el espacio compartido, ejemplificando que limpiar en un restaurante es reconocer la coexistencia con clientes y personal. Son individuos que, con su cortesía, demuestranempatía, entendiendo que su actuar puede aligerar o sumar cargas a quienes los rodean.
Son responsables de sus acciones
Para Brown, esta clase de personas, cuya presencia disminuye, son conscientes de sus acciones y asumen la responsabilidad total de sus comportamientos y sus efectos. Cuando limpias un derrame, dejas una bandeja ordenada o colocas el carro de la compra en su lugar, manifiestas conciencia de los valores que encarnan tus actos.

Tienen autodisciplina
Adicionalmente, este tipo de comportamiento es un reflejo constante de autodisciplina, la cual es un potente indicador de carácter. Implica estar dispuesto a responsabilizarse y a ser firme en los principios, incluso ante las dificultades. Este nivel de autodisciplina, como señala el experto, suele extenderse a otros ámbitos de la vida, como el profesional, las relaciones interpersonales y las metas personales.













