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Las nuevas restricciones para importar afectan a la industria vitivinícola. Las barricas, que durante esta época del año, se traen del exterior para la próxima vendimia son uno de los insumos que pasó de licencia automática a o no automática, lo que desde el sector, aseguran que generará complicaciones y suba de precios que se traducirá en las góndolas.
"Las barricas se compran todo el año, pero la mayor parte entra entre abril y junio en la época de la vendimia. Para eso se diagramamos las importaciones en el último trimestre del año. Hoy nuestros proveedores nos dicen que no saben que va a pasar y no hay precios de referencia. Estamos comprando a lista abierta", explica Eduardo López, dueño de Bodega López.
Lo que sucede, ante el cambio de reglas de juego, es que los proveedores aumentan la lista de precios por la incertidumbre que generan las nuevas trabas. "Hoy nos enfrentamos a nuevos aumentos, que claramente se traducirán en las góndolas", remarcó López que aseguró que en lo que va del año los vinos de la bodega aumentaron como mínimo un 70 por ciento.
Si bien desde la industria aseguran que las complicaciones todavía no se hicieron sentir, ya advirtieron que los problemas se sentirán en el corto plazo. "Lo que suele suceder con estas modificaciones es que se retrasan los plazos y eso complica el presente del sector", agregó López.
"No podemos no tener barricas. Y tampoco es tan fácil cambiarlas porque se modifica el sabor y la calidad de nuestros productos. Para el año que viene tenemos que disponer de barricas, es un insumo que no se puede reemplaza", explicó López sobre los recipientes de maderas que se utilizan para envasar el vino.
"Ahora se incluyen insumos como duelas, barricas de roble o fudres, todos fundamentales para la elaboración de vinos de alta gama y donde hay mayor creación de valor. En nuestro caso, la importación de estos insumos alcanza u$s 1,5 millones anuales", remarcó por su parte, Marcos Jofré, CEO de Trivento.
"Incluso lo que estaba aprobado u oficializado por el sistema de integral de monitoreo de importaciones (SIMI) queda anulado y debe regirse por el nuevo sistema. Esta medida también afecta a nuestros proveedores locales que importan a su vez insumos para la producción", finalizó.
El dólar Malbec
Desde Bodegas de Argentina reconocen que el nuevo cepo a las importaciones retrasa los tiempos, pero aseguran que el problema radica en el tipo de cambio.
"En las reuniones que estamos teniendo con los funcionarios de gobierno el punto de discusión pasa por la competitividad de las importaciones, con un tipo de cambio por debajo de la inflación, que afectó la rentabilidad. Por eso pedimos la eliminación de las retenciones", sostuvo Francisco Do Pico, vicepresidente de Bodegas de Argentina.
Según los datos del Instituto Nacional del Vino (INV), durante los primeros siete meses del año, las exportaciones de vino embotellado tuvieron una caída de 7,3% en términos de volumen en comparación con el mismo período de 2021, mientras que si se suman los vinos en granel la pérdida es del 20%.

Durante este período, las exportaciones totales de vino embotellado entre enero y julio alcanzaron 116 millones de litros contra los 126 millones de litros en 2021; si se suman los graneles el total en ese período de 2022 es de 160 millones de litros versus los 201 millones de litros de un año atrás.
"Hace casi dos años que el tipo de cambio corre detrás de la inflación de costos que tenemos, lo cual reduce nuestros márgenes de exportación. En los últimos 12 meses esto causó pérdidas de 20 puntos porcentuales en la rentabilidad de un vino de exportación promedio que se consigue en u$s 10 en una góndola en el exterior", agregó Do Pico.
Las barricas pasaron de ser un insumo con licencia automática a no serlo. Hoy las bodegas se concentran en este elemento para la próxima vendimia en abril
"Hay contratiempos por el tema de los cupos. Si tenés que importar más que en años anterior, hay demoras. Pero no estamos tan complicados como otros sector. Sin dudas la competitividad de las importaciones nos preocupa mucho. Teniendo en cuenta que los costos nos subieron por encima de la inflación", remarcó
La situación preocupa a futuro y se trata de una nueva complicación para los empresarios bodegueros. "Con el cambio del tope del puerta a puerta tuvimos complicaciones para importar la máquina para etiquetar las botellas, eso nos trajo complicaciones y uno de nuestros lanzamientos lo hicimos 10 días más tarde", agregó López.
Las bodegas suelen hacer un parate técnico a fin de año. En esta época se arreglan las máquinas y se ponen "a tiro" para la próxima cosecha. "Muchos de los insumos para las máquinas los importamos por el puerta a puerta. Hoy ya no lo podemos hacer", finalizó.
"Por ahora es muy temprano para hacer especulaciones sobre que pasará con estas nuevas restricciones para importar. Es algo que estamos evaluando y estudiando muy atentamente", agregó por su parte, José Zuccardi,dueño de la bodega homónima y presidente de la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar),
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