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El mercado automotor atraviesa momentos de incertidumbre. Pese a la actualización de las escalas del impuesto al 'lujo' -se oficializó durante los últimos días de enero, pese a que la industria la esperaba para principio de mes- hay autos usados que se venden con precios más elevados que los que recomiendan las automotrices para las versiones 0 kilómetros.
Esto es porque, aunque el precio de los autos usados se determina teniendo en cuenta el valor de la unidad 0 kilómetro, durante los últimos meses de 2023 -la tendencia empezó tras la devaluación de agosto, luego de las PASO-, los vendedores de autos usados comenzaron a fijar el precio de los vehículos en dólares. A su vez, ante el faltante de unidades 0km y la demora en la entrega, los concesionarios utilizan sobreprecios.
Si se comparan las listas de precios que proporcionan las automotrices, con los valores que utilizan las concesionarias oficiales de las marcas, las diferencias superan, en ocasiones, los $ 4 millones. Tal es el caso del Toyota Corolla Cross. Una unidad nueva tiene un valor de lista de $ 28,2millones para febrero, mientras que, un modelo usado de 2023 se vende en las concesionarias con un precio de $ 32,3 millones.
Otro ejemplo es un modelo de producción nacional: la estrella de la alemana Volkswagen, la pick-up Amarok. Producida en la planta de General Pacheco, el valor para el modelo 2.0 TDI Highline 0km ronda los $ 52,6 millones en febrero, mientras que, en los concesionarios, se piden hasta $ 56,2 millones por una unidad usada (modelo 2023).
También de fabricación local, el precio de lista para la Chevrolet Tracker 0km es de $ 17,2 millones para febrero. En cambio, una usada ronda los $ 18,5 millones.

En tanto, el Citroen C4 Cactus 0 kilómetro -llega importado desde Brasil- tiene un valor de lista de $ 18,7 millones. En los concesionarios de autos usados se piden unos $ 19,9 millones por la misma versión modelo 2023.
"Esta situación se da como consecuencia del faltante de unidades 0 kilómetros.Las automotrices aún siguen con problemas para pagar a sus proveedores del exterior, lo que genera un corte en la cadena de suministros", explicó Alejandro Lamas, secretario de la Cámara del Comercio Automotor (CCA, entidad que agrupa a las concesionarias de autos usados).
A su vez, añadió: "Esperamos que, para mitad de año, el mercado esté normalizado. Esto significa que haya una entrega razonable de 0km y que los usados bajo ningún concepto estén más caro que los nuevos".
Sin embargo, la disponibilidad de unidades no se traduce en mayores ventas. De hecho, según admitió Lamas, el año comenzó con muy pocas ventas y un nivel similar o inferior a enero de 2023.
En tanto, aun con la actualización de las escalas del impuesto al lujo, en enero, se patentaron 33.727 autos 0 km, según informó la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (Acara). El número no sólo significó una caída anual del 33%, sino que fue la peor marca para el mes en los últimos 20 años. Hay que remontarse a enero de 2004 para encontrar una cifra más baja: 32.406 unidades.
El mercado de los usados, dolarizado
Como consecuencia de la alta incertidumbre que golpea al mercado automotor, los concesionarios piden dólares billete por ciertos modelos. Algunos, fijan el precio de los vehículos en dólares y luego permiten el pago en pesos, mientras que otros, solicitan a los clientes el depósito en divisa extranjera para iniciar las transacciones.
"Es el ancla que encontraron los concesionarios para mantener cierta estabilidad en los precios de los productos", sostuvoLamas,en referencia al pedido de 'billetes verdes'.
Entonces, si bien depende de la particularidad de cada vendedor, la mayoría de los precios se encuentran establecidos en dólares. En ocasiones, los clientes pueden optar por pagar el valor del auto teniendo en cuenta la cotización del dólar (blue) al momento de la compra, mientras que, en otros casos, "los vendedores piden depósitos en dólares para iniciar cualquier tipo de transferencia", sostuvo Lamas.
Además, aclaró que "se trata de una transacción legal siempre y cuando los dólares que se utilicen para pagar los vehículos estén declarados. Sin embargo, las facturas se realizan en pesos".













