Los termos verde militar Stanley se convirtieron en uno de los productos más buscados por los argentinos desde su llegada al país en 2015. Aun con su precio elevado, la promesa de mantener el agua caliente para el mate durante largo tiempo y su agresiva estrategia en redes sociales lograron que esta marca estadounidense se inmiscuyera en una tradición tan local. Si bien lleva solo unos años en el país, la compañía arrastra más de 100 años de historia y todo comenzó con la creatividad de un físico.

William Stanley ya era conocido en su época por contar con más de 100 patentes de inventos y haber contribuido al desarrollo de la corriente alterna en 1886 (había perfeccionado un transformador que permitió grandes avances en esta materia). Este ingeniero autodidacta le vendió varias de sus patentes a General Electric y la firma lo contrató para que le diera soporte desde su laboratorio. Ahí mismo nació la idea.

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