El Banco Central del Uruguay (BCU) estima un crecimiento más bajo que el proyectado por el gobierno, una perspectiva que responde a una moderación en las perspectivas a corto plazo, aunque esperan que recupere dinamismo en los próximos 12 meses.

En el último "Informe de Política Monetaria" del tercer trimestre de 2025, el BCU señaló que la proyección de crecimiento para este año se ajusta levemente a la baja "debido a menores perspectivas de corto plazo". Sin embargo, las autoridades monetarias esperan una recuperación "en la segunda parte del Horizonte de Política Monetaria (HPM), en línea con un contexto en el que se disipan las disrupciones de oferta global".

Entre los motores de crecimiento económico, se espera que el principal sea el consumo privado, que estará respaldado por un aumento esperado en la masa salarial y en el dinamismo del crédito. Además, también espera una contribución de la inversión total y del consumo público, aunque se espera que las exportaciones netas tengan una incidencia moderada negativa sobre el HPM.

"Esta proyección se enmarca en un contexto de elevada incertidumbre, vinculada en buena medida al desempeño de la demanda externa. Inciden las restricciones comerciales globales y los desafíos macroeconómicos que enfrenta la región", señala el informe respecto al escenario económico internacional.

La autoridad monetaria estima un crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) del 2,5% para este año, una décima por debajo de las proyecciones de lo estipulado en la el proyecto de ley de Presupuesto -actualmente a estudio de la Cámara de Senadores- que espera un 2,6% para 2025.

El último informe del Banco Mundial, publicado a mediados de este mes, prevé para Uruguay un crecimiento del 2,2% para este año y un 2,3% tanto para 2026 como 2027. En tanto, las previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI) son de 2,5% para este año y 2,4% para 2026.