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La hipospadias es una malformación congénita que afecta el desarrollo del pene en los hombres. En esta condición, la abertura de la uretra no se encuentra en la punta del pene, sino en una ubicación anormal a lo largo de la parte inferior del órgano. Según la información compartida por Mayo Clinic, esta anomalía puede variar en severidad y puede requerir intervención quirúrgica para corregirla.
Los síntomas de la hipospadias incluyen una uretra que se abre en un lugar inusual, curvatura del pene y dificultad para orinar. Es importante que los padres estén atentos a estos signos y consulten a un médico para recibir el diagnóstico y tratamiento adecuados.
¿Cuáles son los síntomas del hipospadias?
Los signos y síntomas del hipospadias pueden incluir:
- Abertura de la uretra fuera de la punta del pene
- Curvatura descendente del pene (encordamiento)
- Aspecto «encapuchado» del pene debido a que solo la mitad superior del pene está cubierta con el prepucio
- Rociado anormal de la orina
¿Cómo saber si una persona tiene hipospadias?
El diagnóstico de hipospadias se realiza principalmente a través de una exploración física por parte del pediatra, quien puede identificar la anomalía en la ubicación del orificio uretral. Si se sospecha de esta condición, es probable que el pediatra derive al paciente a un urólogo pediátrico para una evaluación más detallada y opciones de tratamiento.
En casos donde el orificio de la uretra es anormal y no se pueden palpar los testículos, puede ser complicado determinar el sexo del paciente debido a genitales ambiguos. En estas situaciones, se recomienda que un equipo multidisciplinario lleve a cabo evaluaciones adicionales para un diagnóstico preciso.

¿Cuál es el mejor tratamiento para el hipospadias?
El hipospadias es una condición que puede variar en severidad y algunos casos leves no requieren intervención quirúrgica. Sin embargo, la mayoría de los casos se tratan con cirugía para reubicar el orificio de la uretra, generalmente entre los 6 y 12 meses de edad. Es importante no realizar la circuncisión si el pene presenta una apariencia anormal y en caso de detectar hipospadias durante la circuncisión, se debe completar el procedimiento y derivar al niño a un urólogo pediátrico.
La cirugía para corregir el hipospadias suele ser ambulatoria y, en la mayoría de los casos, se puede realizar en una sola intervención. Sin embargo, algunos tipos pueden requerir más de una cirugía. En situaciones donde el orificio uretral está cerca de la base del pene, el cirujano puede necesitar injertos de tejido para reconstruir el conducto urinario adecuadamente.
Los resultados de la cirugía son generalmente muy satisfactorios, con un pene que luce normal y funciones urinarias y sexuales que se normalizan. Es fundamental realizar un seguimiento con el cirujano y el urólogo pediátrico para verificar la cicatrización y detectar posibles complicaciones, como la formación de fístulas o problemas de cicatrización que podrían requerir cirugía adicional.











