

El sarampión vuelve a preocupar a las autoridades sanitarias de Estados Unidos, que confirmaron 1.563 contagios en lo que va de 2025, la cifra más alta registrada en más de tres décadas, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
Nuevo brote de sarampión en escuelas de Carolina del Sur
Las alarmas se encendieron en Carolina del Sur, donde dos escuelas del condado de Spartanburg fueron puestas en cuarentena: la Academia Global de Carolina del Sur y la Escuela Primaria Fairforest. Una de ellas recibe alumnos de primaria, mientras que la otra combina primaria y secundaria.

El Departamento de Salud Pública de Carolina del Sur informó su octavo caso confirmado en dos semanas, localizado en el condado de Greenville, al norte del estado. "Este nuevo caso confirma una transmisión comunitaria activa y no reconocida del sarampión, lo que hace fundamental que la población tenga al día sus vacunas", indicó la autoridad sanitaria en un comunicado.
Casos en aumento en otros estados
Además del brote en Carolina del Sur, se registró un incremento de contagios en Utah y Arizona, con 55 y 63 casos confirmados, respectivamente. A comienzos de este año, se reportó otro foco importante en Texas y Nuevo México, donde el virus provocó la muerte de tres personas, marcando las primeras muertes por sarampión desde 2015 en el país.
La mayoría de los casos confirmados corresponden a personas no vacunadas, una tendencia que preocupa a los expertos por el resurgimiento de enfermedades que se creían controladas.
Vacunación y desinformación: los desafíos actuales
El sarampión es una enfermedad altamente contagiosa que puede causar neumonía, encefalitis e incluso la muerte. La vacuna triple viral (MMR), que también protege contra las paperas y la rubéola, es el método más eficaz para prevenirla, con una eficacia del 97% en personas correctamente inmunizadas.
En Estados Unidos, algunos especialistas atribuyen parte del aumento de casos a la influencia de movimientos antivacunas y a figuras públicas escépticas, como Robert F. Kennedy Jr., quien en el pasado puso en duda la seguridad de ciertas inmunizaciones, aunque más tarde respaldó la eficacia de la vacuna contra el sarampión.














