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En un hallazgo que ha dejado perpleja a la comunidad científica, arqueólogos han declarado que la pirámide más antigua del mundo, cuya datación se sitúa en aproximadamente 25.000 años, no fue construida por seres humanos. Este descubrimiento abre un nuevo capítulo en el estudio de las civilizaciones prehistóricas.

La pirámide, conocida como Gunung Padang, se encuentra en una región remota de Indonesia y ha sido objeto de exhaustivas investigaciones durante varias décadas. Esta imponente estructura subterránea está oculta bajo una ladera en la isla de Java.

Descubre el origen de la pirámide más antigua del planeta

En un principio, se postulaba la hipótesis de que esta imponente estructura había sido construida por una civilización avanzada. No obstante, los recientes avances en técnicas de datación y análisis geológico indican que su formación podría ser atribuida a procesos naturales.

Un estudio liderado por Danny Hilman Natawidjaja, del Instituto Indonesio de Ciencias, publicado en la revista Archaeological Prospection, presenta hallazgos significativos sobre la pirámide de Gunung Padang.

Los investigadores sugieren que la pirámide podría haber emergido de una combinación de factores geológicos, tales como la erosión y el movimiento tectónico. Las características distintivas de su forma y estructura podrían haber sido moldeadas por fenómenos naturales a lo largo de milenios.

Los arqueólogos sostienen que el núcleo de esta estructura está compuesto por lava andesita, esculpida con notable precisión. Según los académicos, el componente más antiguo de la pirámide habría tenido su origen en una colina de lava natural.

Una vez que la naturaleza inició la formación de esta estructura, los seres humanos intervinieron, esculpiéndola y dotándola de un diseño "arquitectónicamente envuelto", lo que sugiere una interacción compleja entre los procesos naturales y la actividad humana.

Debate científico sobre el origen de la pirámide

Ante este hallazgo, la comunidad científica se encuentra en una situación de polarización. Mientras que ciertos arqueólogos apoyan la nueva teoría, otros sostienen que es fundamental contar con más evidencias antes de descartar la hipótesis de que la pirámide tiene un origen humano.

Flint Dibble, investigador de la Universidad de Cardiff, expresó en una entrevista con la revista Nature que no existen evidencias concluyentes que sugieran que las capas subterráneas fueron formadas por la intervención humana.

"El material que se desliza por una pendiente tiende a organizarse de manera natural", aclaró. Además, subrayó que no se han hallado signos de actividad humana ni de ninguna "intervención deliberada".

No obstante, las investigaciones continúan su desarrollo y se prevé que el debate sea intenso y enriquecedor en los años venideros.