

Los seres humanos pasamos, en promedio, entre el 60% y el 90% de nuestro tiempo en espacios cerrados. Así lo indican cifras oficiales compartidas por el World Economic Forum, organización que enfatiza en la importancia de que la calidad del aire de interiores se considere una prioridad sanitaria a nivel global.
En este marco y con el fin de comprender con mayor profundidad cómo los productos de cuidado diario pueden alterar el aire que respiramos, un equipo de científicos estudió de cerca el efecto químico que ejercen las lociones y perfumes que utilizamos cotidianamente.
El estudio, publicado el 21 de mayo en la revista Science Advances, demostró que estos cosméticos pueden modificar lo que en 2022 fue acuñado por los investigadores como "campo de oxidación humano", debilitándolo.
¿Qué es el campo de oxidación humano?
De acuerdo con la primera investigación realizada en 2022 y liderada por Nora Zannoni científica del Instituto de Ciencias Atmosféricas y del Clima del Consejo Nacional de Investigaciones (CNR-ISAC), el campo de oxidación humano se crea cuando los gases de ozono presentes en interiores reaccionan a los alquenos que la propia piel produce. El ozono en espacios interiores es un oxidante y contaminante capaz de deteriorar la calidad del aire que respiramos.
En particular, cuando el ozono reacciona a los aceites naturales de la piel humana, se generan radicales hidroxilo (OH), compuestos altamente reactivos y capaces de oxidar la mayoría de los gases contaminantes presentes en el aire.
Al descubrir entonces que tan sólo el cuerpo humano podía modificar químicamente la atmósfera, los científicos se propusieron estudiar el potencial efecto de los productos que se utilizan para el cuidado diario.

Perfumes y lociones: debilitadores naturales del campo de oxidación humano
Los científicos ya constataron que, en presencia de ozono, las personas somos capaces de generar radicales hidroxilos (OH) a través de un proceso conocido como "ozonólisis".
A raíz de este hallazgo, Zannoni y su equipo indicaron a cuatro voluntarios para su nuevo estudio aplicar una fragancia conocida y una loción antes de pedirles que ingresen a una cámara especial, donde los niveles de ozono se encontraban regulados, para poder observar cómo estos productos reaccionan al entrar en contacto con las moléculas de ozono.
En primer lugar, los cuatro voluntarios aplicaron en toda su superficie corporal expuesta la loción Neutral corporal de Unilever para pieles sensibles, que no contiene fragancia. Luego ingresaron a la cámara durante un período de entre 5 y 7 minutos. El experimento se realizó sin ozono por la mañana y con ozono por la tarde.
Para evaluar el efecto del perfume, dos de los voluntarios aplicaron la fragancia CK One de Calvin Klein uniformemente sobre el dorso de su mano justo antes de ingresar a la cámara durante la mañana y, en una prueba diferente, estos mismos voluntarios rociaron el perfume desde el interior de la cámara.
Los resultados del estudio fueron claros: los OH se reducían cuando los participantes ingresaron a la cámara con la loción y el perfume en comparación con las cantidades medidas por los científicos cuando no se utilizaba ningún tipo de producto de cuidado personal.
En el primer caso, la loción produjo que los aceites naturales de la piel se redujeran, minimizando la cantidad disponible para involucrarse dentro de una reacción química. Además, se comprobó que este producto libera una sustancia también capaz de interferir con la formación de OH, llamada fenoxietanol. El perfume actuó de manera diferente: en lugar de disminuir la cantidad de OH disponibles, al ser rociado dentro de la cámara, "suprimió" a aquellos ya presentes hasta en un 86%. Esto, según los expertos, se debe a que los OH son tan reactivos que, al encontrarse con el etanol del perfume, se convirtieron en moléculas estables de agua.

"La aplicación de una fragancia y una loción juntas mostró que las fragancias afectan la reactividad y la concentración de OH en tiempos más cortos, mientras que las lociones muestran efectos más persistentes", detalla el estudio.
¿Es positivo o negativo que el campo de oxidación disminuya con perfumes y lociones?
Lo cierto es que los expertos aún no tienen una respuesta para ese interrogante. Sin embargo, a rasgos generales, algunas conclusiones clave de esta investigación son
Pese a la variedad de fragancias disponibles en el mercado, el etanol es la molécula mayormente frecuente cuando se rocía perfume
Aunque su composición varía, se cree que la mayoría de las lociones tienen la capacidad de suprimir el campo de oxidación humano debido a una serie de procesos químicos comunes
Las lociones suelen contener conservantes que actúan como agentes antimicrobianos y reaccionan con los OH, debilitando aún más el campo de oxidación humana, como sucede con el fenoxietanol.
El papel de los OH aún está siendo investigado para resolver preguntas claves para el campo de la salud humana debido a que su efecto depende de la mezcla química que produzcan los artículos utilizados en un ambiente con condiciones específicas. Si reaccionan con otras moléculas del aire y forman sustancias tóxicas, la disminución de OH que producen las fragancias y lociones podría ser protectora. Por el contrario, si los OH descomponen compuestos peligrosos, estos productos podrían estar privándonos de reacciones químicas saludables.
"No podemos dar ningún consejo público sobre si esto significa que debes usar mucha loción", afirmó Manabu Shiraiwa, químico de la Universidad de California, Irvine y autor del estudio.
Se espera que los trabajos venideros sobre este campo permitan resolver enigmas como el efecto en el aire de otros productos del mismo rubro -como jabones y shampoos- y el tiempo en el que estos cosméticos pueden efectivamente interferir con este campo de oxidación humano.













