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Tesla presentó nuevos modelos más baratos del Model Y y del Model 3, con precios más accesibles. Son versiones simplificadas que buscan atraer a quienes quieren un auto eléctrico más accesible, en medio de un año difícil para la marca.

El nuevo auto "barato" de la automotriz de Elon Musk llega en un contexto de ventas en baja y fuerte competencia internacional. Los modelos recortan autonomía y detalles de lujo, pero ofrecen la tecnología principal de Tesla a un precio más bajo.

¿Cuánto cuesta el nuevo auto "barato" de Tesla y qué incluye cada modelo?

Tesla lanzó dos nuevas versiones de autos eléctricos ya existentes con precios reducidos:

  • Model Y: menos de 40.000 dólares.
  • Model 3: menos de 37.000 dólares, y en Nueva York, con el reembolso estatal, puede quedar por debajo de 35.000 dólares.

Ambos modelos mantienen el diseño base y el sistema de conducción eléctrica de Tesla, pero eliminan algunos lujos para abaratar costos.

Entre los recortes más destacados:

  • Interior de tela en lugar de microsuede.
  • Menos altavoces y sin techo panorámico.
  • Autonomía más corta: el Model Y llega a 321 millas por carga.

Competidores en el mismo rango de precios

El nuevo Model Y competirá con otros autos eléctricos de alrededor de 40 mil dólares, como el Ford Mustang Mach-E, el Chevrolet Equinox EV y el Hyundai Ioniq 5.

¿Por qué Tesla bajó los precios y cuánto podrías ahorrar?

La rebaja llega tras la caída de las ventas y la expiración del crédito fiscal federal de 7.500 dólares para autos eléctricos. Con estos modelos, Tesla busca ofrecer una alternativa inmediata a los compradores que no quieren esperar el prometido vehículo de 25 mil dólares.

Según analistas, el ahorro podría rondar entre 3.000 y 6.000 dólares respecto a versiones anteriores del Model 3 y Model Y.

Qué tener en cuenta antes de comprar

Antes de decidirte por el nuevo auto barato de Tesla, conviene revisar:

  1. La autonomía es menor que en los modelos de gama alta.
  2. No incluye techo de cristal ni segunda pantalla trasera.
  3. Los incentivos estatales pueden reducir aún más el precio final.