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Una nueva propuesta impulsada por el sector más conservador del Congreso deEstados Unidos encendió las alarmas entre expertos en seguridad alimentaria.

Se trata del polémico proyecto de ley denominado "Big Beautiful Bill", que contempla recortes históricos al Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP), considerado el pilar más fuerte del país en la lucha contra la pobreza y el hambre.

El plan, promovido por legisladores aliados del expresidente Donald Trump, plantea reducciones presupuestarias por $300.000 millones de dólares y un endurecimiento drástico en los requisitos laborales para acceder a este beneficio federal.

¿Qué es SNAP y por qué es clave para millones?

El programa SNAP, conocido anteriormente como cupones de alimentos, alimenta mensualmente a más de 40 millones de personas en todo Estados Unidos.

Esta ayuda federal llega a hogares en situación vulnerable, incluyendo:

  • Niños de familias con bajos ingresos

  • Adultos mayores con jubilaciones mínimas

  • Personas desempleadas o con empleos precarios

  • Padres y madres solteros

En términos simples, SNAP es el último escudo contra el hambre para una población que ya atraviesa dificultades económicas agravadas por la inflación y la inestabilidad laboral.

¿Qué plantea el "Big Beautiful Bill"?

La propuesta no solo busca reducir drásticamente el presupuesto, sino también restringir el acceso a través de nuevos requisitos. Según los detalles revelados, el proyecto incluye:

De aprobarse, más de 3,2 millones de personas perderían la asistencia alimentaria, de acuerdo con estimaciones del Center on Budget and Policy Priorities (CBPP).

¿Quiénes quedarían excluidos?

Actualmente, los adultos sin hijos dependientes deben trabajar al menos 20 horas semanales para mantener su acceso a SNAP, salvo que califiquen para una exención. El nuevo plan propone ampliar esta obligación a:

  • Padres con hijos a partir de los 6 años

  • Personas de entre 55 y 64 años, aún si enfrentan problemas de salud o dificultades de inserción laboral

Además, se recortarían los beneficios para trabajadores de bajos ingresos, lo que dejaría a millones de niños y familias sin la cantidad de alimentos necesarios.

¿Qué dicen los defensores del programa?

Desde organizaciones como No Kid Hungry hasta la American Public Health Association, la respuesta ha sido unánime: el proyecto sería devastador para la seguridad alimentaria del país.

Jason Gromley, portavoz de No Kid Hungry, afirmó: "Los recortes más grandes y extremos al SNAP de la historia".

Además, líderes sociales advirtieron que el impacto sería aún mayor en zonas rurales, comunidades afroamericanas y latinas, y entre trabajadores inmigrantes.

¿Cuál es el futuro del proyecto?

Aunque algunos sectores del Senado han expresado reservas sobre el alcance del "Big Beautiful Bill", no existe una oposición firme del Partido Republicano en su conjunto.

El proyecto podría avanzar en la Cámara Baja, impulsado por el bloque más leal a Trump, y marcar un punto de inflexión en el debate sobre la asistencia social en Estados Unidos.