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Estados Unidos trabaja fuertemente sobre la seguridad financiera, especialmente con la Ley de Secreto Bancario (BSA). Esta legislación, a menudo referida como la Ley contra el Lavado de Dinero (AML) o conjuntamente como BSA/AML , establece requisitos estrictos para todas las instituciones financieras como para las personas físicas.

La BSA autoriza al Departamento del Tesoro a imponer obligaciones de registro e informes a bancos y otras empresas , con el objetivo principal de detectar y prevenir el lavado de dinero. Es crucial que los hispanohablantes en EE. UU. conozcan esta norma, ya que afecta directamente la manera en que se maneja el efectivo y cómo se monitorean las transacciones.

El límite que se puede tener en dólares sin generar problemas

La regulación de la BSA exige a las instituciones financieras cumplir con una serie de requisitos de informes y registros. Uno de los más importantes es el que afecta directamente las transacciones en efectivo que realiza el público.

Las regulaciones obligan a los bancos a presentar informes sobre transacciones en efectivo que superen los $10,000 dólares. Es importante destacar que esta obligación se aplica al monto agregado diario. Esto significa que, si realizas múltiples depósitos o retiros de efectivo en un solo día que en conjunto superan los diez mil dólares, la institución debe reportarlo.

Esto afecta no solo a las transacciones en efectivo, sino que los bancos también vigilan los registros de las compras en efectivo de instrumentos negociables, como cheques de caja o giros bancarios.

La Ley de Secreto Bancario no solo se centra en grandes cantidades de dinero, sino que también tiene un enfoque claro en identificar patrones de comportamiento inusual. Las regulaciones obligan a las instituciones financieras a reportar cualquier actividad sospechosa que pueda indicar la presencia de:

  • Lavado de dinero
  • Evasión de impuestos
  • Otras actividades criminales

Esta disposición es clave, ya que obliga a los bancos a ir más allá de los límites fijos y a vigilar cualquier movimiento que intente evadir la detección, como la práctica conocida como structuring (dividir grandes sumas en transacciones más pequeñas). El objetivo de la BSA, que surgió originalmente como la Ley de Informe de Transacciones y Divisas Extranjeras de 1970, es garantizar la transparencia y la estabilidad del sistema financiero.

¿Qué pasa si no declaro el dinero o lo hago mal?

Intentar evadir la declaración es considerado un delito grave de "estructuración" (structuring) o contrabando de efectivo. La falta de declaración o un reporte fraudulento puede acarrear consecuencias graves. Desde una confiscación inmediata que puede ser de la totalidad del dinero transportado, no solo el excedente; pasando por multas que pueden ascender a $250,000 o hasta $500,000 y hasta castigos penales con riesgo de prisión.

Para cumplir con la ley, el viajero debe completar el Formulario FinCEN 105 al momento de entrar o salir de Estados Unidos, o antes si se utiliza el formulario digital disponible.

Por lo tanto, cuando una persona realiza un depósito, retiro o transacción en efectivo por un valor superior a $10,000 en un solo día (o en transacciones diarias agregadas), el banco está obligado a reportar este movimiento a FinCEN, a través del formulario Currency Transaction Report (CTR).

Vale aclarar que depositar más de $10,000 no es ilegal, pero garantiza que el movimiento sea reportado y monitoreado por las autoridades. Si una persona tiene ingresos en efectivo (como propinas, trabajos independientes o negocios) debe asegurarse de declarar esos ingresos al IRS en su declaración anual de impuestos.