

La Corte Suprema de Estados Unidos avaló la deportación inmediata de inmigrantes hacia Sudán del Sur, un país actualmente afectado por la guerra civil y la inestabilidad.
La decisión, emitida por la mayoría conservadora del tribunal, permite que vuelos de expulsión, previamente suspendidos por orden judicial, se retomen pese a las advertencias de organizaciones humanitarias.
El caso judicial involucra a un grupo de ocho personas trasladadas inicialmente a una base naval en Djibouti, quienes, según sus abogados, podrían enfrentar detención, tortura o incluso la muerte al llegar a Sudán del Sur.
Autoridades estadounidenses sostienen que la medida responde a criterios de seguridad y cumplimiento de la ley migratoria vigente.

¿Por qué Estados Unidos deporta inmigrantes a un país en guerra?
La resolución judicial habilita al gobierno a realizar deportaciones a terceros países, como Sudán del Sur, aun si los migrantes no poseen vínculos familiares o comunitarios en el destino. El Departamento de Seguridad Nacional confirmó que los afectados tienen antecedentes penales y órdenes finales de expulsión, en el marco de una política migratoria más estricta.
El argumento oficial enfatiza la necesidad de garantizar la seguridad pública, mientras que organizaciones y defensores de derechos humanos advierten sobre los riesgos que implica enviar personas a zonas en conflicto. Voceros de entidades migratorias subrayan que la situación en Sudán del Sur supone un peligro real para quienes son repatriados.

¿Qué implica la decisión de la Corte Suprema para los inmigrantes?
La decisión del tribunal máximo deja sin efecto la posibilidad de que los migrantes apelen su expulsión por motivos de riesgo personal en el país de destino. Hasta este fallo, ciertos jueces permitían que los afectados presentaran recursos para evitar la deportación si existía peligro comprobado de tortura o persecución.
Con la nueva medida, las autoridades migratorias pueden proceder con las expulsiones de manera más expedita, aun en casos de potencial vulnerabilidad.
Organizaciones especializadas advierten que esto sienta un precedente que podría extenderse a otras nacionalidades y contextos, en un escenario de endurecimiento general de la política migratoria en Estados Unidos.











