El secreto mejor guardado para una piel joven y radiante es el caldo de huevo. Este potente elixir no solo deleitará tu paladar, sino que también aportará innumerables beneficios para tu salud y belleza.
Este sencillo pero potente caldo no solo es una delicia para el paladar, sino también una herramienta poderosa para rejuvenecer la piel y mejorar la salud general.
¿Cuáles son los beneficios del caldo de huevo repleto de colágeno?
Colágeno: los huevos, especialmente sus cáscaras, son una excelente fuente de colágeno.
Mejora la salud de las articulaciones: el colágeno presente en el caldo de huevo también es beneficioso para las articulaciones, ayudando a mantener su integridad y reduciendo el riesgo de enfermedades articulares.
Apoya el sistema inmunológico: rico en proteínas y nutrientes esenciales, este caldo puede fortalecer el sistema inmunológico, ayudando al cuerpo a combatir infecciones y enfermedades.
Promueve la salud digestiva: los aminoácidos y los nutrientes presentes pueden ayudar a mejorar la digestión y la salud intestinal, favoreciendo una mejor absorción de nutrientes.
Propiedades anti-inflamatorias: el caldo de huevo posee propiedades antiinflamatorias que pueden reducir la inflamación en el cuerpo y aliviar los síntomas de enfermedades crónicas.
2 zanahorias, peladas y cortadas en trozos grandes
2 ramas de apio, cortadas en trozos grandes
2-3 dientes de ajo, machacados
1 cucharada de vinagre de manzana
Sal y pimienta al gusto
Opcional: hierbas frescas como perejil, tomillo y hojas de laurel
Instrucciones
Preparación de los huevos: lava bien los huevos y colócalos en una olla grande con el litro de agua. Añade el vinagre de manzana, que ayudará a extraer el colágeno de las cáscaras.
Añadir verduras y especias: agrega la cebolla, las zanahorias, el apio y el ajo a la olla.
Cocción: lleva la mezcla a ebullición a fuego alto. Una vez que comience a hervir, reduce el fuego a bajo y deja que se cocine a fuego lento durante al menos 2 horas. Durante la cocción, rompe ligeramente las cáscaras de los huevos para que liberen más colágeno.
Colado: una vez que el caldo esté listo, cuélalo para retirar las cáscaras de huevo y las verduras. Puedes usar una gasa o un colador de malla fina para obtener un caldo más claro.