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Estados Unidos se prepara para enfrentar condiciones climáticas severas. El comienzo de la tormenta tropical Melissa es un hecho que pone en alerta a todos los meteorólogos del país por sus imprecisiones y la velocidad, diferente a las anteriores, con la que se desplaza.

A continuación te contamos qué dice el pronóstico para este fin de semana y los próximos días.

Alerta máxima: llega el sábado negro y la tormenta Melissa amenaza con convertirse en un huracán de categoría 5

La tormenta tropical Melissa se aproxima con una lentitud inquietante, desplazándose casi sin prisa por el Caribe, pero eso no significa que sea menos peligrosa. Las autoridades meteorológicas ya advierten que, aunque ahora parezca tranquila, podría transformarse en huracán de categoría 4 o 5 y afectar amplias zonas del país.

Su sigilo radica en que no avanza como una tormenta típica, lo que reduce la visibilidad de sus efectos inmediatos pero multiplica el tiempo de exposición al peligro. Las zonas costeras del este de Estados Unidos, así como islas del Caribe, están en el radar por posibles impactos.

¿Qué implica que su movimiento sea más lento de lo normal?

El desplazamiento lento de Melissa, que ronda apenas los 5 km/h, es un factor crítico. Cuanto más tiempo permanece sobre una región, más prolongadas son las lluvias, más crece el riesgo de inundaciones y mayor es el impacto acumulado.

Los meteorólogos explican que las tormentas de movimiento lento también pueden absorber más energía del océano, lo que potencia su intensidad. En otras palabras, mientras otras tormentas se mueven y se disipan, Melissa podría quedarse "alimentándose" del calor marino, aumentando su poder destructivo y extendiendo su amenaza durante días.

¿Cuáles serán las zonas de la costa más afectadas?

De acuerdo con los informes, Jamaica, Haití y Cuba serán las primeras áreas afectadas por el paso de Melissa. Se espera que toque la costa oriental de Jamaica y luego se desplace hacia el suroeste de Haití, donde ya se emitieron alertas por lluvias torrenciales y deslizamientos de tierra.

Posteriormente, el sistema podría dirigirse hacia el norte, acercándose a las Bahamas y, según algunos modelos de trayectoria, afectar el sureste de Estados Unidos, especialmente las costas de Florida y Georgia, si mantiene su curso actual.