

La noticia del último adiós al Papa Francisco sacudió a millones de personas, tanto en el Vaticano como en Estados Unidos. El fallecimiento del sumo pontífice, el lunes 21 de abril de 2025, cierra un capítulo importante para la Iglesia católica.
Fiel a su estilo, fue él quien solicitó un cambio de protocolo para su funeral. El Papa Francisco exigió tener un funeral simple, más cercano a los fieles y hacer de su último adiós algo más personal. El pedido que él mismo hizo antes de morir, ya marca la diferencia en la historia del Vaticano y se diferencia de lo que suele hacerse en los otros papados.
El Papa Francisco y su decisión final: el cambio de protocolo para su funeral en el Vaticano
El anuncio llegó temprano en la mañana del Lunes de Pascua. A las 7:35, el cardenal camarlengo Kevin Farrell confirmó la muerte del Papa Francisco. No pasó mucho tiempo antes de que se hiciera evidente que este último adiós sería distinto.
El cambio de protocolo para su funeral, estaba ya previsto por el mismo sumo pontífice, quien dejó claras instrucciones sobre cómo quería que lo despidieran tras su muerte.
En noviembre de 2024, recibió en mano la nueva edición del Ordo Exsequiarum Romani Pontificis, el manual litúrgico que detalla el protocolo funerario papal. La actualización fue coordinada por el arzobispo Diego Ravelli, a pedido expreso del Santo Padre, con la idea de despojar el ritual de excesos y centrarse en lo esencial: la fe en la resurrección y la imagen del pastor, más allá del cargo papal o los títulos.

Entre los principales ajustes que elPapa Francisco pidió antes de morir, se destacan:
Eliminar los tradicionales 3 ataúdes, uno de ciprés, otro de zinc sellado y el último, el visible, de madera de olmo o de roble.
Eliminar el catafalco, una especie de plataforma elevada y adornada donde se suele colocar un féretro.
Eliminar el báculo papal, un bastón llevado por el Papa durante algunas celebraciones litúrgica.
Reducir al mínimo las menciones de los títulos, como el de "Romano Pontífice".
Suprimir el velatorio privado: el cuerpo será velado en un féretro de madera simple y abierto, en plena Basílica de San Pedro, de esta forma será accesible para los fieles.
Eliminar la ceremonia de cierre del ataúd.
Realizar un solo velatorio y evitar duplicidades.
Disolver la antigua Cámara Apostólica y dejar solo la figura del camarlengo a cargo de los asuntos clave.
Un último adiós sencillo en el Vatino: así será el funeral pastoral del Papa Francisco
Lejos del esplendor que solía rodear estas ceremonias, el último adiós al Papa Francisco estará marcado por la sencillez. Su elección de no ser enterrado en la cripta del Vaticano, sino en la Basílica de Santa María la Mayor, en Roma, habla por sí sola. El sumo pontífice quiso despedirse del mundo de una forma coherente con el estilo de vida que vivió.

Horas antes de su partida, el Papa Francisco tuvo su última aparición pública desde el balcón de la Basílica de San Pedro, para la tradicional bendición "Urbi et Orbi".
Aunque ya muy debilitado, sin cánulas nasales y en silla de ruedas, se dirigió al mundo con un hilo de voz: "Queridos hermanos y hermanas, buena Pascua". Sus palabras fueron breves, leídas por Monseñor Diego Ravelli, y su gesto final fue uno de paz.
Mientras tanto, el Vaticano se mueve para cumplir con el nuevo protocolo. El Papa Francisco luchó por hacer de la Iglesia una institución más sencilla y accesible. En Estados Unidos y en muchos rincones del planeta, su partida deja una sensación clara: se va un Papa que nunca dejó de ser, ante todo, un pastor.











