Con casi 9 millones de seguidores en Instagram, TikTok y otras plataformas, Ilona Maher ha sido fácilmente la estrella más seguida del Mundial de Rugby Femenino 2025. Ella y sus compañeras de la selección estadounidense sufrieron una contundente derrota en su partido inaugural ante Inglaterra, la anfitriona y favorita del torneo. Sin embargo, la centro estadounidense de 29 años sigue consolidando su trayectoria tras el bronce que obtuvo en rugby 7 femenino en los Juegos Olímpicos de 2024, su participación en la convocatoria récord de público del equipo de rugby femenino de la Premier inglesa, los Bristol Bears, y, previamente, su dominio en los campeonatos universitarios estadounidenses. Deportistas empresarios Ginóbili, Verón y Mónaco invierten u$s 280 millones en un complejo deportivo en Miami Micaela Mura Fuera del rugby, el año pasado quedó subcampeona del reality estadounidense Dancing with the Stars y se la ha vinculado con la lucha libre profesional. Sus videos en redes sociales, que a menudo promueven la positividad corporal y las cuestiones de género, atraen millones de visualizaciones. Maher forma parte de una nueva generación de deportistas femeninas estrella, entre las que se incluyen la sensación del básquet Caitlin Clark, la gimnasta Simone Biles y la futbolista inglesa Chloe Kelly, cuya fama se extiende mucho más allá de los estadios deportivos. “Deberíamos reconocerle a Maher el mérito por desarrollar esa postura basándose en sus profundas convicciones sobre la igualdad de género, la fuerza física, la confianza en el cuerpo y el empoderamiento femenino”, afirma Sally Horrox, directora del Mundial de Rugby Femenino. World Rugby, el organismo rector internacional del rugby, celebraba la fama de Maher en su torneo insignia, que debía culminar el 27 de septiembre con una final con entradas agotadas en el Allianz Stadium de Twickenham, sede del rugby inglés, con capacidad para 82.000 personas. Se han vendido unas 375.000 entradas para un torneo en el que 16 equipos debían jugar en ocho estadios a lo largo y ancho del país. Cuando Inglaterra albergó el certamen en 2010, 12 equipos tuvieron que conformarse con solo dos estadios en el sur del país. Grandes personalidades como Maher contribuyeron a impulsar el deporte femenino de élite hacia lo que muchos consideran un punto de inflexión. Unos 650.000 aficionados al fútbol asistieron a la reciente Eurocopa Femenina de la UEFA 2025, que atrajo una audiencia acumulada en directo de cerca de 400 millones de personas durante todo el torneo. En Norteamérica, la popularidad de deportes nacionales como la Asociación Nacional de Baloncesto Femenino y la Liga Nacional de Fútbol Femenino también está creciendo. Los organismos de conducción están adquiriendo cada vez más aptitudes para convertir el entusiasmo en torno a las grandes competencias en una mayor participación de las bases y en oportunidades comerciales. Están identificando fuentes de ingresos más allá de la facturación por retransmisión y boletería que suelen impulsar al deporte masculino. La serie femenina de carreras de autos F1 Academy ha conseguido el patrocinio de la marca de belleza Charlotte Tilbury, mientras que Arsenal Women creó una colección de moda con la diseñadora Stella McCartney. El críquet ha acercado a más niñas, mujeres y familias a este deporte en Inglaterra y Gales mediante la creación del Hundred, un torneo de formato corto. Se espera que los ingresos totales del deporte femenino de élite superen los u$s 2350 millones este año, según Deloitte. Sin embargo, se mantiene en una categoría muy diferente a la masculina en términos financieros, salvo algunas excepciones como el tenis. World Rugby prevé que el Mundial Femenino de 2033, que se celebrará en Estados Unidos, sea el primero en obtener ganancias. En fútbol, el monto salarial de los 12 equipos de la Superliga Femenina de Inglaterra ronda los 50 millones de libras, menos de una sexta parte de lo que gasta el Liverpool FC, campeón de la Premier League masculina en la temporada pasada. Quienes desarrollan el deporte femenino afirman que llevará tiempo reducir estas enormes disparidades. “Si pensamos en los ciclos de crecimiento del deporte profesional, sabemos que se produce en décadas”, afirma Nikki Doucet, directora ejecutiva de la WSL, que se convirtió en una liga profesional a tiempo completo en 2018, más de 130 años después de que el fútbol masculino se profesionalizara. "Todavía nos encontramos en una etapa muy temprana del desarrollo de la profesionalización de las ligas deportivas femeninas nacionales, independientemente del deporte del que se trate", agregó. Genevieve Shore, directora ejecutiva de la Premiership Women’s Rugby, reconoce que el rugby a nivel de clubes en Inglaterra todavía es “absolutamente pequeño”. “[La PWR] tiene dos años, eso es lo que somos”, declaró al FT. “El rugby masculino se profesionalizó en 1995. El femenino se profesionalizará en 2025”. En un documento de 78 páginas publicado antes del torneo de 2025, World Rugby presentó su plan para el crecimiento del rugby femenino. La clave del programa de cinco pasos es utilizar acuerdos de televisación y redes sociales para aumentar la visibilidad entre los aficionados y hacer que el rugby femenino sea “imprescindible”. Aunque quienes conocen directamente las cifras afirman que el Mundial generará unos 36 millones de libras en ingresos comerciales, por venta de entradas y derechos de transmisión, aproximadamente el doble que el torneo anterior, sus organizadores han priorizado la visibilidad sobre la maximización de los ingresos de las emisoras, y consideran que las posibles pérdidas son una inversión. "Es poco realista esperar que el deporte femenino sea rentable en pocos años cuando no ha sido así con el masculino“, señala Alan Gilpin, director ejecutivo de World Rugby. “Se trata de un proceso de crecimiento e impacto”. “Este es un gran escenario, un escenario realmente importante para el deporte femenino”, acotó Chris Mead, director de marketing de Gallagher, una compañía de seguros y auspiciante del Mundial. “Las mujeres hacen un trabajo fenomenal desde la perspectiva de las redes sociales, conectando realmente con sus fans, no solo en redes sociales, sino también en el campo, en comunidades, escuelas y clubes”. World Rugby también quiere incentivar a las jugadoras para que cuenten sus historias a través de documentales y redes sociales, generen impulso mediante los “picos de interés” que dejan los torneos internacionales, atraigan aficionados tanto a clubes nacionales como a selecciones nacionales, y animen a más niñas y mujeres a practicar este deporte. La variante ha recorrido un largo camino desde que se celebró el primer Mundial Femenino en Gales en 1991, sin la aprobación de la entonces llamada International Rugby Football Board. El World Rugby SVNS, una versión de rugby 7 del rugby femenino, se celebra desde 2012, mientras que las mujeres han jugado rugby 7 en los Juegos Olímpicos desde Río 2016. El objetivo, según Horrox, es transformar el rugby de disciplina de nicho a potencia global y convertir los picos de interés en una base de seguidores fieles entre citas importantes, como el Mundial y el Seis Naciones Femenino anual, un torneo entre selecciones europeas. La Premiership Women’s Rugby, la máxima categoría del rugby en Inglaterra, aspira a emular a las Lionesses (Leonas) del fútbol inglés, cuyas victorias en la Eurocopa 2022 y la Eurocopa 2025 despertaron el interés por el fútbol femenino y la WSL. La titular de la PWR, Shore, afirma que en la liga juegan unas 130 jugadoras, equivalentes aproximadamente a la cuarta parte de las que disputan el Mundial de Rugby Femenino. Sin embargo, solo alrededor de un tercio de sus jugadoras son profesionales y la liga apenas genera ingresos. En un intento histórico por llegar a los aficionados de TNT Sports, BBC Sport y YouTube, los 75 partidos de la PWR de la temporada 2025-26 se transmitirán por primera vez en directo. Su audiencia máxima en la temporada pasada fue de 152.000 espectadores, un récord. La audiencia promedio de los partidos de la PWR en directo en TNT Sports, un canal de TV por suscripción, aumentó un 86%, hasta los 21.900 espectadores, indican en Women’s Sport Trust. Pero Shore afirma que el rugby femenino también debe explicar mejor a los auspiciantes que los medios digitales están cambiando la forma en que los aficionados interactúan con el deporte. Entraron a jugar nuevas métricas, advierte. La PWR calcula haber llegado a unos 25 millones de cuentas en Meta y TikTok en 2024-25. “Eso supera con creces nuestra audiencia de transmisión. Pero si hablo con empresas, sus directores de marketing me preguntan cuántos vieron el partido en directo por TNT -explicó-. ¿Cuáles son las métricas que importarán en los próximos cinco años?” El rugby femenino compite por la atención de aficionados, emisoras, auspiciantes e inversores contra las fuerzas dominantes en el deporte femenino: el básquet y el fútbol. El golf y el tenis también están aumentando sus ingresos. La Asociación de Golf Femenino Profesional de Estados Unidos (US Ladies Professional Golf Association) afirmó que los ingresos en 2024 superarán los u$s 252 millones. La división comercial de la Asociación de Tenis Femenino, WTA Ventures, respaldada por la firma de capital privado CVC Capital Partners, prevé obtener ganancias antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización de unos u$s 90 millones sobre u$s 170 millones de ingresos en 2025, frente a los u$s 83 millones y u$s 150 millones de 2024, comentó una persona con conocimiento directo del asunto. El auge del deporte femenino está atrayendo a inversores institucionales y personas adineradas, especialmente en América del Norte. Se prevé que este año la región facture unos u$s 1.400 millones en ingresos por deportes femeninos de élite, según Deloitte, más del triple de los u$s 420 millones en Europa. “Creo que el mercado [en Inglaterra] aún es joven e inmaduro en comparación con el mercado estadounidense en cuanto a la profesionalización del deporte femenino -aclara Doucet, directora de la WSL-. Estamos en una fase diferente de nuestro crecimiento; todavía es un mercado en sus primeras etapas, y por eso sigo usando a propósito el lenguaje de las startups”. La NBA Femenina (WNBA) y la Liga Nacional de Fútbol Femenino (NWSL) están batiendo récords de asistencia en los Estados Unidos. En 2024, la WNBA tuvo unos 54 millones de espectadores únicos en todas sus transmisiones, mientras que la asistencia aumentó un 48% interanual, superando los 2,3 millones, la cifra más alta en 22 años. Ese mismo año, la asistencia a la temporada regular de la NWSL superó los 2 millones por primera vez. Una serie de inversiones llamativas pusieron de manifiesto el atractivo de la NWSL. En 2023 Sixth Street Partners, inversor institucional que ha respaldado a gigantes del fútbol español como el Real Madrid y el FC Barcelona, comprometió u$s 125 millones para adquirir el nuevo equipo Bay FC de la NWSL en San Francisco. Kay Cossington, directora de fútbol femenino de Sixth Street, afirma que es vital para el fútbol femenino invertir en personal e infraestructura. Bay FC prevé inaugurar su nuevo centro de rendimiento en 2027, mientras explora ubicaciones para un estadio permanente. “¿Cómo generar ingresos, afición y atractivo comercial sin tener una sede?”, se pregunta Cossington, quien anteriormente fue directora técnica femenina de la Federación Inglesa de Fútbol y estuvo muy involucrada con las Leonas. “El aspecto del estadio es un componente crucial para el crecimiento del fútbol femenino y otros deportes -añade-. Estamos en esto a largo plazo...Buscamos fuentes de ingresos a largo plazo, más allá de los próximos cinco o diez años”. A diferencia de algunas ligas femeninas europeas, la NWSL es una liga cerrada en la que los equipos no temen descender a una categoría inferior, lo que elimina el riesgo para los inversores de una reducción repentina de los ingresos por patrocinio o retransmisiones. Esto ha contribuido a fomentar la inversión; el grupo de capital privado Carlyle respaldó la adquisición del equipo ahora conocido como Seattle Reign por u$s 58 millones, mientras que el pasado mes de julio el Angel City FC fue valorado en u$s 250 millones. “Creo que el fútbol tendrá la mayor parte del crecimiento”, afirma Kara Nortman, cofundadora del Angel City FC y capitalista de riesgo. “El básquet también tiene la ventaja de ser un deporte muy internacional”. Como socia directora de Monarch Collective, empresa fundada para invertir en el deporte femenino y con participación en los equipos de la NWSL, Boston Legacy FC y San Diego Wave, Nortman entiende que Europa también tiene potencial. “Se pueden lograr resultados muy similares, o incluso mayores, en Europa, dada la atención que se le presta en particular en este momento”, declaró al FT. La firma de inversión Mercury 13 compró el FC Como Women en Italia, mientras que la empresaria Michele Kang adquirió el equipo inglés London City Lionesses y el francés OL Lyonnes. Alexis Ohanian, cofundador de la plataforma de redes sociales Reddit, compró en mayo una participación minoritaria en el equipo femenino del Chelsea, pero su valoración de 250 millones de libras sigue siendo atípica en Europa. De pasante a CEO Experto en “sorprender”, ahora tiene el desafío de hacerlo en tiempos vertiginosos Juliana Monferrán La asistencia a la WSL se ha disparado de 252.001 espectadores en la temporada 2021-22, la temporada anterior a la primera victoria de las Lionesses en la Eurocopa, a 876.765 en la temporada 2024-25. En la segunda división, la WSL2, la asistencia se triplicó con creces hasta llegar a los 231.157 espectadores en el mismo período. El año pasado, la WSL firmó un contrato de transmisión nacional de cinco años por 65 millones de libras con Sky Sports y la BBC, un aumento de 7 a 8 millones de libras por temporada en comparación con el acuerdo anterior, indicó una persona con conocimiento del asunto. Sin embargo,los 12 clubes de la WSL registraron pérdidas totales antes de impuestos de 28 millones de libras en la temporada 2023-24, según Deloitte. Sus ingresos aumentaron un 34%, hasta los 65 millones de libras en la temporada 2023-24; Deloitte prevé que los ingresos de los clubes de la WSL alcanzarán los 100 millones de libras en la temporada 2025-26. Sin embargo, algunos expertos deportivos señalan que los propietarios a menudo destinan menos recursos a sus equipos femeninos. La UEFA, el organismo al frente del fútbol europeo, declaró antes del torneo que esperaba obtener ingresos de 128 millones de euros con la Eurocopa 2025, casi el doble que en la Eurocopa 2022, impulsado por la publicidad y el crecimiento comercial. Sin embargo, de todos modos se prevén pérdidas de entre 20 y 25 millones de euros en el torneo, un marcado contraste con los más de 1.200 millones de euros en ganancias que dejó la Eurocopa masculina de 2024. Si bien World Rugby contempla pérdidas en el presupuesto del Mundial Femenino, el reciente informe del organismo de conducción señala que el rugby femenino ofrece un “potencial sin explotar” para auspiciantes e inversores. Los productos de merchandising son otra posible fuente de ingresos; solo el 9% de los aficionados al rugby femenino compran productos de este deporte, aunque quienes lo hacen gastan un 16% más en promedio que los aficionados al rugby masculino. En 2023, la presión de los aficionados al fútbol convenció al gigante estadounidense de ropa deportiva Nike de crear una réplica de la camiseta número 1 que lució la arquera inglesa Mary Earps, tras haber optado inicialmente por no hacerlo. Horrox, del Mundial de Rugby Femenino, considera estos resultados como la prueba de un potencial sin explotar y cree que unos productos más personalizados pueden impulsar al rugby femenino. y acortar distancias con la versión masculina. Se inspira en el aumento del 601% en las ventas de productos de la WNBA el año pasado, tanto en Internet como en su tienda insignia de Nueva York. Los organizadores de deportes femeninos también apuntan al crecimiento internacional. Brasil albergará por primera vez el Mundial Femenino de la FIFA en 2027, y Estados Unidos se perfila para asumir un papel protagónico en 2031. El Mundial de Rugby Femenino se celebrará en Australia en 2029, seguido por Estados Unidos en 2033. "Estamos intentando que el rugby pase de ser un deporte de nicho a ser un deporte de masas -afirma Horrox-. En mercados grandes como Inglaterra y, sin duda, los Estados Unidos, tenemos la posibilidad de que se convierta en un deporte con una gran sustentabilidad financiera".