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En 2012 se lanzó el borgoña Grand Cru de Domain Armand Rousseau Chambertin, cosecha 2010, a 5.000 libras la caja (unos US$ 6.638). Diez años después se vendía a 60.000 libras.
Quienes aspiran a invertir en vinos se entusiasman con ese tipo de cifras: un aumento del 1.100 por ciento. Después de todo, la cantidad de botellas de un vino de primera calidad es finita. A medida que la gente las va bebiendo, la escasez hace subir su valor. Sólo basta con tener buen gusto y ser paciente, ¿verdad? Pero, como con un gran cabernet, la realidad es más compleja.
Coleccionistas apasionados compran vinos que les gustan y piensan beber, claro, pero a la hora de invertir es preciso seleccionar los indicados al precio justo en el momento correcto -siempre que primero puedan acceder a comprarlos- y consigan que mantengan su valor. La decisión de vender precisa de datos y una buena comprensión del mercado de vinos actual, que se puede ver afectado por la suba de tasas de interés, la inflación, la confianza de los inversores y acontecimientos geopolíticos. Ahora mismo la amenaza arancelaria hizo que los compradores en Estados Unidos se tomen una pausa pronunciada.

Aun así, una caja de vinos es tangible y no se esfumará con el desplome del mercado, a menos que se precise beberla para sobrellevar la situación. Un estudio de 2024 de la británica WineCap entre 50 gerentes de riqueza estadounidenses detectó que uno de cada tres inversores de patrimonio elevado buscan estabilidad en los vinos finos ante la volatilidad de los mercados de valores.
El advenimiento a mediados de los ‘90 de los remates comerciales de vino en Estados Unidos les dio a los aficionados una manera de comprar y vender botellas raras. Pero no fue hasta los 2000, con la aparición de Liv-ex, una suerte de Bolsa mundial de vinos finos, que los inversores contaron con un medio transparente de rastrear el valor de marcas y cosechas específicas.
La tecnología ha transformado incluso más el espacio de inversores en vinos, con tendencias que incluyen a blockchain para detectar la autenticidad, planes de inversiones fraccionados y plataformas de ventas digitales. Puede que Liv-ex sea para comerciantes, pero LiveTrade del Indice Burdeos de Bedidas y Vinos Finos con sede en Londres, por caso, está abierto a coleccionistas que acumulen activos en una bodega del Reino Unido o la Unión Europea. La casa de remates Sotheby's incluso ofrece por US$ 25.000 una inversión "instantánea"en una bodega de 90 botellas.
Es un buen momento para entrar. "El precio de los vinos tiene ciclos de alzas, caídas, aplanamientos y luego otra vez alzas", resume Justin Gibbs, cofundador y vicepresidente de Liv-ex. "Nos encontramos en un período a la baja y estamos más cerca de tocar el fondo que hace dos años".
Tom Gearing, cofundador y director ejecutivo de la compañía de inversiones británica Cult Wines, afirma que "los precios de los vinos finos se aproximan al mínimo en cinco años. Una botella de Chateau Haut-Brion 2021 se puede conseguir por US$ 315". Es decir, casi la mitad del precio de 2022. Pero como la cosecha del 2024 en Francia fue la más pequeña de los tiempos modernos, la oferta futura se verá reducida, lo que hará subir los precios.
Por lo tanto, ¿qué están comprando algunos de los líderes del sector? Matthew O'Connell, CEO de LiveTrade y director de inversiones en el Indice Burdeos, ve una gran oportunidad en la caída del precio de los borgoñas y el champagne. Algunos grand crus que eran casi imposibles de conseguir ahora están disponibles, muchos con precios inferiores a los de hace dos años. El alza de las operaciones hace que Anthony Zhang, CEO de Vinovest, se incline a un "cauto optimismo" en 2025.
Se acerca la hora de la verdad para los futuros de borgoñas, que solían conformar una buena parte de las inversiones en vinos de las carteras de los fondos, señala Gibbs. "Los precios de lanzamiento son tan altos que si hubieras comprado como futuros una caja de cada una de las 50 principales casas de borgoñas, habrías perdido dinero".
Datos básicos para invertir
Solo una fracción de los vinos justifican que se invierta en ellos. Para entrar en esa categoría, uno debería reparar en lo siguiente...
- Que haya sido elaborado para envejecer 15 o 20 años, o más.
- Que tenga una prolongada reputación de calidad.
- Distribución a escala mundial
- Que figure entre los más reconocidos.
- Que reciba elevadas calificaciones de los críticos.
- Se venda en cajas de 12 botellas, cada una de las cuales cueste US$ 100 o más.
"Está cambiando el concepto de lo que puede ser inversión o coleccionismo -señala Gearing, de Cult Wines-. El problema con los productores y las regiones en ascenso es que no tienen la misma liquidez que la mayoría de las marcas principales". La abundancia de oferta y demanda hace que dichos productos puedan negociarse con facilidad.
Entre ellos figuran los burdeos, especialmente los de Lafite Rothschild, Mouton Rothschild, Latour, Haut-Brion y Margaux; los borgoña grand crus; champagnes de prestigio; el gran Chateau Rayas del Ródano; los super toscana y los tintos Barolo y Barbaresco de Italia, y los cabernet de California.

Nombres principales de España y Portugal empezaron a traccionar, especialmente entre jóvenes coleccionistas que buscan valor y calidad. Según Liv-ex, Vinovest y Gearing, el Vega Sicilia Unico de España fue uno de los éxitos de 2024.
"Hay muchas oportunidades en otras regiones -dice Westgarth-, como el riesling Clos Ste. Hune de Trimbach, de Alsacia". También el Loira y Alemania entran en esa combinación.
Dave Parker, fundador de Benchmark Wine Group, considera a Oregon "la nueva borgoña" y ha visto subir el precio del Quilceda Creek del estado norteamericano de Washington, que recibió 34 calificaciones de 100 puntos de siete diferentes críticos respetados.
Al igual que con las acciones y los títulos, conviene diversificar el riesgo invirtiendo en varias regiones y países. Y buscar cosechas antiguas de etiquetas clásicas en regiones con tradición de vinos finos.
Cuatro pasos para empezar
- Modere las expectativas
Hágase estas preguntas: ¿Quiere beber parte de su colección, o sólo busca ganancias? ¿Es un conservador en pos de bienes con alta liquidez, o un aventurero detrás de novedades riesgosas?
Recuerde: invertir en vinos es un juego largo. Aunque algunas marcas raras y exclusivas pueden convertirse rápidamente en ganancias -entre enero y septiembre de 2022, por caso, una caja de champagne Salon Le Mesnil 2012 se disparó un 232%, pasando de US$ 4.670 a US$ 15.485-, la mayor parte de las ganancias hay que esperarlas. Aguarde al menos 3 años, preferentemente entre 5 y 15, cuando ya se han bebido las botellas suficientes como para reducir la oferta, lo que eleva los precios.
- Investigue las tendencias
Revise el Indice Burdeos, Cult Wines, CultX, Vinovest y WineCap en busca de información general, y el Wine Market Journal por los precios en subastas. Los muchos índices de Live-ex, desde el Fine Wine 100 al Bordeaux Legends 40, rastrean los vinos que más se comercializan. Tanto Cult Wines como Liv-ex difunden informes regulares acerca del potencial como inversión de diferentes regiones. Una novedad en Substack, In the Mood for Wine, incluye una serie elemental referida a inversiones con planillas detalladas para iniciarse. No haría falta decirlo: ¡asista a catas y beba vino en abundancia!
- Encuentre un asesor confiable
Muchas plataformas destacadas, como Vinovest, ofrecen una variedad de formas de inversión, desde las autónomas a las carteras administradas. Algunas de ellas, como CultX, LiveTrade o Vint, incluyen mercados de operaciones y muchas, como Cult Wines presentan una estructura integrada: estrategia y selección; abastecimiento (el lugar de origen es importante); almacenamiento, seguro, análisis de mercado y valuaciones; además de expertos en autenticar botellas.
Su presupuesto lo ayudará a determinar su elección. Los planes de cartera en Vinovest arrancan en US$ 1.000, pero O'Connell, de Live Trade, dice que US$ 10.000 es un monto más realista, porque una sola caja de burdeos o borgoña puede superar fácilmente los US$ 3.000. Alexander Westgart, fundador y CEO de WineCap, sugiere entre US$ 10.000 y US$ 50.000. Recuerde calcular otros costos como los del seguro y depósito.
- Almacenamiento
Resulta esencial mantener el vino a la temperatura correcta en un lugar fresco y oscuro. Los expertos coinciden en que el valor de un vino conservado en una bodega de terceros con buena reputación como Octavian Wine Services es superior al de botellas guardadas en el sótano de una casa, y los mejores asesores lo ofrecen como parte de su servicio. En el Reino Unido el costo anual de almacenar una caja de vinos oscila entre 15 y 20 libras, apunta Westgarth. Averigüe si el experto verifica la procedencia de las botellas.
Las cinco regiones principales en una cartera equilibrada
Burdeos
Burdeos está perdiendo la corona que llevó por tanto tiempo, advierte Gibbs, de Liv-ex. "En 2010 sus crus classés aportaron alrededor del 70% de las operaciones de Liv-ex. Pero después cayeron a un rango entre el 35% y el 45%". A pesar del declive actual, Zhang, de Vinovest sostiene que algunas cosechas de ciertas marcas son buenas apuestas, como el Château Margaux de 2005, que se apreció un 12% anual. Una compra segura hoy podría ser un Château Lafite Rothschild 2021. El precio de venta comercial de la caja en el Reino Unido fue de 5.800 libras en 2022; a fines de mayo se negociaba a 3.900 libras.
Borgoña
Los precios de los tintos de esta afamada región empezaron a subir a mediados de los 2000, y alcanzaron sus máximos en octubre de 2022. "Ahora los blancos están ocupando los lugares de mayor crecimiento, lo que indica un cambio en las preferencias de los coleccionistas", opina Gearing. Por caso, el Chevalier-Montrachet de Domaine Leflaive revirtió la tendencia general a la baja de los precios con una suba de 8,1%; el borgoña blanco de Vincent Dancer marchó al frente con un incremento del 26,7 por ciento.
Merecen considerarse ofertas regionales o locales como la de Chambolle-Musigny, acota O'Connell, aparte de micro-productores buscados como Kei Shiogai, cuyos vinos llegan a costar US$ 1.000 la botella. ¿Y qué ocurre con grand crus como el La Tache de Romanée-Conti y otros grand crus destacados? "Los precios volverán a subir, tal vez no dentro de mucho tiempo", consideró.
Champagne
El interés general por el champagne empezó hace un decenio, cuando los inversores se percataron de que grandes ejemplos, como el Cristal, estaban subvaluados. A pesar de caídas promedio de hasta el 11,2% en 2024 incluso en marcas de primer nivel, las cosechas de precios altos y algunas selecciones de prestigiosas casas menores siguen burbujeando. Uno de los destacados es el PN VZ16 de Bollinger, que subió un 10,7 por ciento.
Italia
"Ahora mismo Italia representa la categoría de inversiones más sólida", afirma Parker, de Benchmark. La cantidad de marcas italianas en el Power 100 de Live-ex más que duplica la computada entre 2018 y 2024. Gearing informa: "Los barolo y los barbarescos superan en rendimiento a los tintos de burdeos y borgoña". (El barbaresco de Bruno Giacosa subió un 7,5% entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de 2024). Por lo demás, el Biondi-Santi Brunello di Montalcino 2010 sigue conservando su valor.
California
En 2020 unos 200 vinos diferentes de California se negociaban en Live-ex con un salto del 809% frente a los cinco años anteriores. Los cabernet del Valle de Napa -Harlan Estate, Screaming Eagle, Dominus y Opus One- y los de los viñedos Monte Bello en las montañas Santa Cruz son los destacados. También empiezan a traccionar Sine Qua Non, MacDonald, Hundred Acre y Futo Estate.
Invertir en vinos estadounidenses es riesgoso y demanda de un horizonte a largo plazo, advierte Gearing. Un éxito rápido fue el del cabernet sauvignon de Caymus Vineyards, que subió un 21,5% en los últimos dos años.















